Este marzo sesionará la Unión de Secretarios de Turismo de los Estados, que preside Bernardo Cueto, junto con Josefina Rodríguez, la titular de Turismo Federal.
Con ello acabará el impasse provocado por Juan Enrique Suárez, el anterior presidente de Asetur y titular de turismo de Nayarit, molesto por no haber sido invitado por la presidenta Claudia Sheinbaum para reemplazar a Miguel Torruco, el anterior secretario federal.
En este espacio relatamos las malas maneras con que Torruco recibió a Rodríguez en su oficina poco después de haber sido designada para sucederlo, una peculiar manera de dar inicio al proceso de entrega recepción de la Secretaría de Turismo.
Ese día Suárez también estuvo en el edificiode Sectur en Mazaryk y tras el desencuentro de Torruco con Rodríguez, el nayarita también quiso imponerle su agenda a la futura funcionaria federal.
Rodríguez declaró después, para guardar las formas, que el proceso marchaba bien pero igualmente ignoró las indicaciones que le habían dado Torruco y Suárez.
Pasaron siete meses antes de un nuevo un encuentro entre Asetur y Sectur, que marcará el futuro de la relación de aquí en adelante.
En el pasado Asetur había tenido una comunicación institucional y una agenda proactiva con la Secretaría de Turismo, pero el titular de turismo de Nayarit permitió que Torruco lo hiciera su adepto.
Incluso en el pasado Tianguis de Acapulco, antes de que iniciara el concierto que promovió Torruco con Ana Torroja luego de coaccionar a Asetur para que México fuera el país invitado en Fitur, dijo que le había pedido a Suárez editar un libro sobre las hazañas de su sexenio.
Lo que el narcisista político imaginó como el segundo volumen de la épica del Cid Campeador, fue “polvo en el viento” pues ni había una historia interesante que contar y tampoco Suárez cumplió esa encomienda.
No sólo estaría fuera de lugar sino que sería inconveniente pensar que Asetur será devoto de la secretaria Rodríguez o que ella esté planeando volver a manipular políticamente al organismo.
De hecho Cueto ya planteó una agenda para fortalecer jurídicamente a Asetur, sanear sus finanzas a través de un sistema viable de cuotas y a partir de allí impulsar una agenda para que el turismo recupere su posición como una actividad prioritaria en México.
Por su parte Rodríguez, quien fue vicepresidenta de Asetur, tiene claro que lo mejor será mantener una relación institucional y establecer un diálogo que beneficie al turismo mexicano en su conjunto.
En el pasado esa relación funcionó bien, sin caer en una situación de servilismo ante Sectur, pues hubo respeto a Asetur como el ámbito de diálogo para impulsar los proyectos específicos que son relevantes para el turismo de los estados.
Divisadero
Palabras de más. David Collado, ministro de Turismo de Dominicana, pronunció un discurso innecesario en Anato, la Feria de Turismo de Colombia, pues tras pagarle una cena a los asistentes afirmó que él era el único ministro que le “daba calor” al sector y que no había visto ni a la “secretaria de Turismo de México”ni de otros países hacer lo mismo.
En el fondo gana muy poco criticando a sus colegas, pues sólo se está distanciando innecesariamente de sus también competidores quienes se podrían volver implacables cuando las circunstancias cambien, como ya le ha sucedido tantas veces a ese país caribeño.