Turismo masivo, Occidental y Riviera Maya

 
Alonso Gordoa
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El turismo de grandes volúmenes tradicionalmente ha sido, casi por definición, un segmento en donde la calidad está sujeta a los bajos precios.



En ese ámbito hay excepciones notables y una de ellas es Experiencias Xcaret, que si bien no es accesible para los estratos de menores ingresos, por alrededor de 100 dólares ofrece un día en alguno de sus parques de la Riviera Maya y atrae a millones de viajeros al año.

Incluso esta empresa, cuyo presidente es **Miguel Quintana**, da una batalla permanente a las grandes operadoras mayoristas para que las comisiones que les paga no se vayan al cielo y, además, mantiene un gran esfuerzo para la comercialización directa.

Recientemente, en medio de los cambios que hoy sufren las empresas españolas de turismo que no están exentas de la gran crisis que vive su país, la cadena de hoteles Occidental sufrió alteraciones en su estructura accionaria.

Hoy los propietarios mayoritarios son BBVA Bancomer y Pontegadea, del empresario **Amancio Ortega**, uno de los que encabezan la lista de los grandes ricos de Forbes.

Se trata de una empresa que tiene 16 propiedades, todas ubicadas en México y el Caribe, y que en la actualidad está explorando nuevas oportunidades de negocio tanto en esta zona como en Brasil.

De los que están operando actualmente, el que está dentro de Xcaret y cuyo terreno aportó la compañía de Quintana es uno de los más rentables de todo el grupo, precisamente debido a la proximidad a este gran centro de atracciones.

Curiosamente hasta ahora no había habido un esfuerzo serio por trabajar más en conjunto, por lo que parece toda una novedad que **Alejandro Roca**, director de Finanzas para México y el Caribe, esté buscando alianzas que deben ser naturales.

Por ejemplo, ofrecer un pase para que sus huéspedes puedan visitar varios días Xcaret y, posteriormente, tratar de incorporar a los otros dos parques, que son Xplor y Xel-Ha.

También hay una decisión de la compañía de mejorar la calidad de su producto, algo que para nada es sencillo en un inmueble que tiene más de 700 habitaciones que deben estar llenas, debido a los pequeños márgenes con los que opera.

Su apuesta ha sido por un lado trabajar con el personal y buscar ejercer su fuerza de compra para mejorar los productos que ofrece.

El gran tema es comercializar más directo, por lo que en enero lanzará un potente sitio web y tratará de cambiar las reglas del juego con los operadores mayoristas, que con la ayuda de los grandes hoteles han convertido en un commodity los cuartos de la Riviera Maya.

El asunto no parece sencillo, pero será formidable que esta cadena encontrara una fórmula para ofrecer un mejor producto sin aumentar los precios.



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