Retrasan a noviembre pronóstico para recuperar categoría uno

 
Carlos Velázquez
hrs.

Entre todos los señalamientos de las autoridades aeronáuticas de Estados Unidos; manuales obsoletos y falta de capacitación fueron los dos que más pesaron para que degradaran a México de la categoría uno a la dos.



El problema se gestó desde administraciones pasadas y a la llegada de la 4T no hubo ni recursos ni voluntad política para resolverlos rápido, en un entorno de modernización constante de los sistemas y equipos de aviación.

Sobre la capacitación fueron exhibidos los controladores aéreos, gremio donde hay muchos intereses comenzando por ingresos diferenciados producto de la asignación de tareas mejor o peor pagadas y las horas extras.

Hoy el mejor escenario es que entre octubre y noviembre México recupere la categoría uno; precedida por la visita a Washington DC que hará el subsecretario de Comunicaciones y Transportes, Rogelio Jiménez Pons.

Según estimaciones privadas, que no desmienten las autoridades, las aerolíneas mexicanas han perdido alrededor de un millón de asientos debido a las nuevas rutas con Estados Unidos que han lanzado las aerolíneas de ese país sin que puedan competir la mexicanas.

Incluso si México recuperara la categoría uno en noviembre, habrá llegado tarde para comercializar los asientos de las rutas adicionales durante la temporada alta de invierno.

En este contexto las mejores noticias son que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha ido logrando obtener con la de Hacienda los recursos que requería, un trabajo complejo pues el presidente López Obrador objeta la mayoría de los gastos a menos de que hayan sido revisados con lupa.

La otra que llegó Ricardo Torres a la dirección de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), pues está permitiendo que fluyan decisiones y acuerdos luego de que su antecesor, Víctor Hernández, se peleaba hasta con su sombra.

México ya cumplió un año desde que fue degradado a la categoría dos y, además de retrasos internos, también influyó la pandemia en la ralentización de varios procesos de la auditoría.

Ya casi nadie se acuerda de que el canciller Marcelo Ebrard dijo que la categoría uno se recuperaría en algún momento del primer semestre de este año; pero el reto sigue y también crecerá la presión conforme aumente la demanda de mexicanos y estadounidenses para viajar.

Divisadero

Empresarios chiquitos. Michelle Fridman, titular de Turismo de Yucatán, no aprende las lecciones y otra vez agitó el avispero porque es incapaz de negociar y encontrar opciones ganar-ganar.

En vez de cabildear con los cinco empresarios que tienen la mitad de los votos de la junta del Fideicomiso de Reuniones, impuso como titular al zacatecano Eduardo Yarto.

El sector privado quería a Raúl Paz y Alvaro Juanes, con el voto de calidad del gobernador Mauricio Vila, desempató a favor de Fridman.

Los medios de Yucatán se han dado vuelo publicando cartones y columnas en contra de la funcionaria y la han exhibido porque Yarto, en su intrascendente paso por la Sectur Zacatecas, tuvo como agencia de relaciones públicas a Eme Media, propiedad de Fridman y fundada por ella.

Hoy ella dice no tener acciones en la compañía, que seguramente recuperará cuando termine su encargo; pero tampoco hay mecanismos legales para quitar a Yarto y los empresarios se han diluido como factor real de poder.

Incluso con un gobierno panista, ellos optaron por “agachar la cabeza” y ahora pagan las consecuencias.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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