El presidente **Enrique Peña Nieto** anunció, en un evento simple y sin parafernalia, la creación del gabinete turístico como uno de los cuatro ejes rectores que guiarán la política turística de su sexenio.
Se trata de un hecho sin precedente en la historia del turismo mexicano, luego de que el presidente **Vicente Fox** optó por crear una Comisión Intersecretarial de Turismo, a la que sólo asistió una vez por lo que nunca se cumplió el objetivo de destrabar los grandes problemas burocráticos que han limitado el desarrollo de este sector.
Mientras que **Felipe Calderón** impulsó la firma del Acuerdo Nacional del Turismo, éste sí con bombo y platillo, aunque jamás se concretó la mayoría de las llamadas metas de alto impacto.
La propuesta del gabinete turístico fue uno de los siete ejes que propuso el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) a Peña después de que ganó las elecciones presidenciales de julio de 2012.
Su importancia radica en que por primera vez los miembros del gabinete presidencial sesionarán periódicamente, con el objetivo de apoyar con su presupuesto y sus atribuciones al desarrollo turístico.
La pregunta subyacente es con qué frecuencia se reunirá el gabinete y hasta dónde resolverá los problemas políticos y burocráticos que inciden en el turismo.
**Claudia Ruiz Massieu Salinas**, secretaria de Turismo, ofreció trabajar con una visión transversal para que todas las dependencias públicas apoyen al turismo, además de hacer un esfuerzo coordinado con Fonatur y el Consejo de Promoción
Turística (CPTM).
Otras medidas propuestas por Peña son potenciar las marcas turísticas existentes, en lugar de querer impulsar nuevos destinos, impulsar nuevos mecanismos legales y financieros para promover los créditos y las inversiones, además de reforzar la sustentabilidad junto con la búsqueda del beneficio social a través del turismo.
El único inversionista extranjero que participó como orador en el evento fue **Miguel Fluxá**, presidente de Iberostar, quien reinició el año pasado un hotel que tenía detenido en Litibú, precisamente en la Riviera Nayarit, debido a una serie de problemas burocráticos con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
Empresario de origen español, país de donde son oriundas las seis mujeres que fueron violentadas sexualmente la semana pasada en Acapulco, Fluxá no hizo referencia a este tema, pero sí dijo que la burocracia gubernamental ha frenado el ambiente de inversiones.
También pidió apoyos específicos para fortalecer la conectividad aérea en los destinos turísticos, nuevas inversiones en infraestructura e incentivos fiscales como impuestos al consumo menores al general en los destinos turísticos.
Al respecto, Peña se comprometió a terminar en breve la carretera entre la Riviera Nayarit y Guadalajara, además reconoció la importancia de un entorno de seguridad integral, tanto para las personas como para los inversionistas.
