Si una feria turística con miles de asistentes le genera a un destino la oportunidad de dar a conocer masivamente sus atractivos; también es un arma de dos filos, ya que puede multiplicar los aspectos negativos.
Cancún, como la principal sede del Tianguis Turístico de México en Quintana Roo, tiene una oferta extraordinaria que explica la llegada de millones de viajeros nacionales e internacionales cada año.
Pero al menos existen dos aspectos que es necesario vigilar con cuidado y son la actitud de las autoridades policiacas y los cuellos de botella que genera el Instituto Nacional de Migración (INM), debido a su personal insuficiente.
Sobre el primero, Quintana Roo ha demostrado ser uno de los estados turísticos más seguros del país; aunque también no pocos viajeros han sufrido los abusos de algunos policías que juegan con la redacción de las leyes en ese estado para incurrir en actos de corrupción.
Según Laura Fernández, secretaria de Turismo de Quintana Roo, desde que existe un mando único para las distintas corporaciones policiacas, ha habido una mejoría al respecto.
De hecho, convocó a una reunión con todos los responsables de la seguridad, que se llevó a cabo la semana pasada, para anticiparse a los potenciales problemas.
Por el lado del INM, el dato fue que en la reciente temporada alta de invierno los viajeros internacionales tuvieron que esperar hasta una hora 40 minutos para formalizar su entrada a México.
Dicen los turisteros de Cancún, no sin un dejo de soberbia, que para ese destino todo el año ya es temporada alta; algo que, por cierto, se está corroborando en este Tianguis de mayo, donde la ocupación promedio de la plaza está arriba de 87 por ciento.
Lo que no resultaría deseable es que los directivos y colaboradores de las operadoras mayoristas que traen y mueven millones de viajeros en México, tuvieran que hacer una “cola” de dos horas. La propia Fernández dice que ya se tomaron las previsiones para que el tiempo de espera no rebase los 15 minutos, en promedio.
Si el Tianguis resulta, como dicen los quintanarroenses, el mejor de la historia de este evento; además de los aplausos y las fanfarrias, los profesionales del turismo promoverán todavía más a Quintana Roo.
Pero además, si todo sale bien, como se ha previsto, la relevancia turística de Quintana Roo seguramente crecerá y, por contraparte, los cambios positivos deberían ser permanentes.
Si luego de unas exitosas experiencias migratorias y de seguridad los problemas regresan; entonces el destino quedaría como aquellas mujeres u hombres que están al frente de un hogar y que, llegado el momento, sólo limpian la casa, según refiere la frase popular, por donde pasa la indeseable suegra.