HONG KONG.— En el Club de China, edificio histórico que fue sede del Banco de China, Alicia Buenrostro, la cónsul de México en esta ciudad, hizo una pregunta que no es menor: “China sabe qué quiere de México, ¿pero México sabe qué quiere de China?”.
Era el final de la gira de trabajo que realizó Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Turismo, por Pekín y Hong Kong, y en la mesa estaban Héctor Gómez Barraza, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), y Rodolfo López Negrete, director general del Consejo de Promoción Turística (CPTM).
También Carlos Joaquín, subsecretario de Operación Turística; Rodolfo Dorador, presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados; y Félix González, quien encabeza esa misma comisión en el Senado.
La presencia de Ruiz Massieu, después de que hace unas semanas estuvo el secretario de Agricultura, Enrique Martínez y Martínez, fue consecuencia de los acuerdos entre los presidente de México y China.
También está previsto que Gerardo Ruiz Esparza, titular de Comunicaciones y Transportes, venga a mediados de agosto; y Luis Videgaray, secretario de Hacienda, o un miembro de su equipo tiene pendientes temas financieros antes del encuentro de ambos mandatarios en la reunión del G20 en septiembre, en San Petesburgo.
Hoy Estados Unidos y la Unión Europea trabajan en un acuerdo de libre comercio y China ha encontrado en la relación con México y Canadá una nueva estrategia para negociar con el gigante americano vías sus principales socios en ese continente.
El cambio de gobierno en México y el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder, es otro elemento de cercanía con el poderoso Partido Comunista Chino.
En la reunión de Ruiz Massieu con Qiangba Puncog, vicepresidente de la Asamblea Nacional de China, éste celebró el regreso del PRI durante su discurso.
Si hoy el comunismo es diferente a su concepción original en China, hay coincidencias en la visión del gobierno mexicano sobre la rectoría del Estado en materia económica.
El impulso al turismo también es un tema de encuentro entre el PAN y el PRI; así es que en la comida del Club de China Dorador ofreció respaldo desde la Cámara de Diputados, para fortalecer su posición en las discusiones presupuestales del próximo año.
En China hay enormes capitales; cadenas de hoteles globales controladas por chinos, como Rosewood y The Peninsula están presentes o tienen interés en México; la conectividad aérea incluye un componente regulatorio que puede resolver la escasez de vuelos directos entre ambos países.
Pero China es un país dominante, la gran potencia del futuro y de allí la pregunta de Buenrosto, pues los dirigentes mexicanos deben tener muy claro qué es lo que quieren con China.