Acapulco. Carlos Joaquín González, como gobernador de Quintana Roo, el principal estado turístico del país, enfrentó la crisis del Covid-19 sin ningún apoyo económico del gobierno federal.
Así como el presidente López Obrador presume que México fue uno de los países que no se endeudó por la pandemia, la realidad es que los estados sí tuvieron que recurrir a los créditos, lo que se traducirá en nuevos retos para el futuro.
Joaquín González recuerda el momento más álgido de la pandemia, cuando urgía tener mil camas hospitalarias para apoyar a los pacientes de la enfermedad respiratoria y en toda la entidad había menos de 300.
Las opciones eran tomar créditos bancarios, que fue lo que hizo el gobernador, o enfrentar un panorama como el de Ecuador donde se vieron esas dramáticas escenas en Quito de personas que murieron en la calle mendigando por un hospital.
Hoy el gobierno federal dice que las decisiones que tomó, como no cerrar las fronteras y no comprometer recursos fiscales, le permitieron a México salir más rápidamente de la pandemia, pero la realidad es que no estamos viendo la película completa.
Si la pasada administración Roberto Borge derivó en un desastre financiero debido a sus excesos, mismos que lo mantienen en la cárcel; Joaquín González lamenta que dejará nuevos compromisos debido a que el costo de la pandemia se asumió localmente.
Por supuesto no es el único estado, son todos y paulatinamente se irán conociendo.
Divisadero
Grupo Brisas. Antonio Cosío Pando, director general del Grupo Brisas, nombró a Jaime Jaramillo como nuevo director de Operaciones de la compañía y su principal tarea será homologar los servicios de todos los hoteles en sus respectivas marcas: Brisas, Galería Plaza y Nizuc.
El colombiano fue el hotelero que consolidó al Nizuc como el principal establecimiento de lujo en Cancún, con más de 200 habitaciones cuando el estándar de ese segmento son 60 cuartos.
Ahora el grupo está avanzado en la construcción de dos hoteles Galería Plaza en León y en Monterrey; mientras los siguientes Nizuc estarán en el Valle de Santo Tomás, donde tienen la bodega de vino, y en Cabo San Lucas.
Para el primero están terminando de resolver un problema de falta de agua y el segundo finiquitar el último de muchos problemas legales, en una propiedad valiosísima de alrededor de 300 hectáreas.
En este último la familia Cosío planea, por primera vez, entrar al negocio inmobiliario, como lo han hecho otros muchos desarrolladores en la plaza.
Será la primera vez en que cambiarán esa política de comprar y nunca vender, de una organización turística que también presume tener cero deudas.
CBX. Vaya historia la de Jorge Goytortúa, el director del Cross Border Express, el puente que conecta a los viajeros que van o vienen de Estados Unidos a través del aeropuerto de Tijuana.
Antes de la pandemia registraban anualmente 2.9 millones de cruces, pero en la actualidad el número es de cuatro millones.
Así es que mientras el turismo mexicano en el mejor de los casos se recuperará entre éste y el próximo año del Covid; el CBX ya está 35% arriba.
El pronóstico es que para 2035, este puente permitirá el tránsito de siete millones de personas al año; además hay planes para crear una terminal estéril desde donde aborden, todavía en territorio mexicano, pasajeros que viajen hacia destinos asiáticos en aerolíneas estadounidenses.
