POR BIÓLOGA MARIANELA PEÑA ROMERO
Es altamente probable que los viajeros internacionales se mantengan en su propio país y se desplacen poco, luego de la pandemia. Mientras no se cuente con una vacuna contra el Covid-19 y no se tenga la certeza de que el alojamiento y demás espacios turísticos estén debidamente aseados y sanitizados, habrá poco o casi nula demanda.
Queda entonces, la oportunidad de atender al turismo nacional, y claro, la derrama será en moneda nacional, no dólares, no euros, pero no menos importante, porque el ingreso será un gran respiro luego de una crisis con cero crecimiento interno por una temporada larga.
Por si esto fuera poco, el sector tendrá que ofertar nuevas alternativas turísticas que sean atractivas e innovadoras para captar al turismo interno, adaptadas a nuestra nueva realidad. Entones es aquí donde entra en escena el Turismo Saludable, de Bienestar y Wellness, para hacer un turismo innovador, socialmente responsable y sustentable.
México es un país rico en recursos termales, lo que le confiere un nivel estratégico en el desarrollo turístico; especialmente en lo concerniente al Turismo de Salud. Nuestro territorio cuenta con una riqueza termal que nos coloca en un lugar privilegiado a nivel mundial, nos perfilamos con un gran potencial de desarrollo en plazos de futuro mediato.
El turismo termal, será, para los propietarios de balnearios termales el gran desafío en el que podrán poner en valor el agua termal, tal y como lo han hecho desde hace dos mil años países como España, Alemania, Francia, Italia y como el caso excepcional, Hungría en donde está más desarrollado el termalismo con un enfoque socio sanitario hacia toda su población.
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En nuestro país, para hacer un producto turístico termal enfocado al bienestar, se deberá analizar el agua del manantial del que brota el agua termal mediante análisis fisicoquímicos para conocer el contenido de minerales presentes. Esta parte es factible de realizarse en un acuerdo con las universidades o instituciones que midan calidad de agua en cada región.
Posteriormente, hay que enviar estos resultados a otras instancias universitarias o a laboratorios especializados del extranjero, para que luego de un minucioso examen de los minerales presentes, determinen y notifique al propietario del balneario, cual es el uso terapéutico recomendado para su explotación.
Un ejemplo puede ser, que aquellos balnearios que tengan como elemento presente en sus aguas, el azufre, sean destinadas para manejar algunos problemas dermatológicos como el acné, la psoriasis, eczema o afecciones menores como alergias cutáneas o dermatitis atópicas de sus huéspedes/turistas.
Los directivos de balnearios en nuestro país, pueden acercase al Instituto de Bioterapias Marinas y Termales S.C. para recibir orientación gratuita de como innovar su producto y crear un destino termal, solo envíe mensaje al 55 2078 7513 en el Estado de México.
