Las empresas turísticas, cuyos clientes son principalmente estadunidenses, es decir la gran mayoría de las que operan en destinos como Cancún, Riviera Maya y Los Cabos, enfrentan un panorama inusitado debido al fortalecimiento del peso frente al dólar.
Cuando la moneda mexicana se ha devaluado, sencillamente han mantenido sus precios y sus ingresos en pesos crecen, pero ahora hacen frente al pago de salarios y proveedores en pesos con ingresos provenientes de unos dólares que valen menos pesos.
Esta situación ha provocado que los directores de finanzas hagan recomendaciones que implican algunos riesgos.
La reacción más común ha sido aumentar los precios en dólares y mantener los que están en pesos, pero ello ocurre junto con otros hechos delicados.
1.- La economía estadunidense no está en su mejor momento, con un raquítico crecimiento de 1.06% en el primer trimestre del año y un escenario recesivo para la segunda mitad del 2023.
2.- Todos los destinos del mundo están abiertos, la competencia aumentó y millones de estadunidenses vinieron los últimos tres años a México, pero ahora están buscando opciones.
3.- Sobre el tipo de cambio, hace 12 meses el dólar estaba a 20.52 pesos y este viernes cerró en 17.13, así es que los precios en pesos se han encarecido más de 16%, mientras el peso dominicano lo ha hecho menos de 1.0% en el mismo periodo y el dólar canadiense se devaluó poco más de 2.0% frente al dólar estadunidense. Sólo algunos ejemplos de destinos de corta distancia desde la Unión Americana.
4.- Dominicana y Canadá no sólo tienen sendos burós de promoción turística, sino que muchos otros tienen en marcha sus campañas; mientras que en México sólo están operando los burós regionales, como el CPTQ en Quintana Roo y Fiturca en Los Cabos, lo que deja rezagados a otros muchos destinos de sol y playa.
Es verdad que en los productos de lujo el precio no desalentará la demanda, pero en el resto habrá que ver si la apuesta por cobrarle más a menos viajeros internacionales fue correcta.
En el caso de los bienes raíces en destinos turísticos como Los Cabos comienza a suceder algo parecido, en donde los precios de las propiedades en dólares están aumentando alrededor de 10%, mientras las listas de precios en pesos se mantienen sin cambios.
Allí no sólo existe el riesgo de inhibir las ventas, sino que es factible que cuando el peso se ajuste frente al dólar, lo que pasará tarde o temprano, la potencial plusvalía para los compradores en dólares se reducirá también.
Sin embargo, la opinión predominante entre los desarrolladores es que prefieren no vender en este momento, antes que hacerlo con una ganancia drásticamente menor, pues, además, siguen enfrentando las presiones inflacionarias en algunos insumos de la construcción, como las varillas.
Indudablemente, el superpeso traerá nuevas lecciones para el turismo mexicano, pero los riesgos son de tomarse en cuenta.
Divisadero
CONSISTENCIA. El jueves pasado, Reporte Gemes, que produce el Grupo Empresarial Estrategia, de Héctor Flores Santana, llegó a su número 100 haciendo un seguimiento de la actividad turística, con una visión económica y de negocios apoyada en fuentes relevantes nacionales e internacionales.
Un esfuerzo que se debe reconocer, sobre todo cuando la Secretaría de Turismo se ha convertido en una dependencia “cuenta cuentos”, especializada en producir historias rosas sobre lo bien que va esta actividad.
