Quienes conocieron el proceso legislativo que permitió la aprobación en la Cámara de Diputados de la reforma al artículo 27 constitucional saben que el coordinador priista **Manlio Fabio Beltrones** lo impulsó, con el doble propósito de medir qué tan difícil o no será llegar a otros cambios más ambiciosos.
Más allá del buen trabajo que hizo la diputada priista **Gloria Núñez**, quien presentó y cabildeó la iniciativa, y de la necesidad real de cambiar la regla obsoleta que impide a los extranjeros invertir en inmuebles cerca de las playas y de las fronteras, el trasfondo político era más ambicioso.
Ahora la Cámara de Senadores tiene la facultad de aprobar o rechazar esta reforma constitucional, lo que ocurrirá hasta que inicie el periodo ordinario de sesiones en septiembre.
Sin embargo, el escenario se observa más complicado, pues de entrada el panista **Ernesto Cordero** y su grupo no están dispuestos a pasar fácilmente las propuestas que apoya el gobierno del presidente **Enrique Peña**.
Su reemplazo como líder de la fracción panista en la Cámara de Senadores deja además una fractura entre los legisladores de ese partido, lo que complicará tener todos los votos necesarios para modificar la Constitución.
Sobre todo en los estados turísticos del norte del país se sigue con atención el tema, pues realmente le daría un impulso a las inversiones cambiar figuras onerosas y poco transparentes como los fideicomisos para que los extranjeros adquieran estos inmuebles.
Actualmente viven más de un millón de estadunidenses en México y para mantener sus propiedades en las playas, le tienen que pagar una cantidad anual a los fideicomisos bancarios y además les crea incertidumbre jurídica no ser dueños de pleno derecho de estos bienes.
Más allá de los efectos positivos que tendría sobre las inversiones turísticas e inmobiliarias este cambio, un rechazo al mismo sería una señal negativa sobre la posibilidad de concretar las grandes reformas que requiere México, como son la fiscal y la energética.
**Divisadero**
Aeroméxico. Aunque fue una muy buena noticia que no estallara la huelga en Aeroméxico, que dirige **Andrés Conesa**, el asunto de fondo es en qué medida funcionará la comisión que se creó entre esta compañía y el sindicato de sobrecargos (ASSA) para revisar los temas de competitividad.
Las declaraciones de **Gerardo Ruiz Esparza**, secretario de Comunicaciones y Transportes, sobre el peligro que enfrenta la aerolínea si no se concretan las modificaciones a los contratos colectivos para volverla más eficiente, le dan en buena medida la razón a la empresa respecto a la enorme carga que representan sus compromisos laborales.
Concretar un cambio a través de negociaciones serias y con visión de largo plazo sería la opción más inteligente para que Aeroméxico no siga los pasos de Mexicana de Aviación.