Por tiempo y cercanía los viajeros nacionales prefieren los fines de semana y las playas pequeñas que estén cerca de su ciudad.
Con este tipo de salidas, se vuelve a demostrar que el mercado interno está rescatando al turismo de México.
Los viajeros hacen reservaciones para viajes cortos, y los están haciendo los fines de semana y a playas pequeñas.
Actualmente, también los realizan a las playas y ciudades pequeñas cercanas al lugar de origen del viajero. Cabe destacar que previo a la pandemia la mayor demanda se registraba en las ciudades grandes.
En una encuesta aplicada a huéspedes de OYO Hotels, 45% de ellos respondió que el motivo del viaje fue un descanso de fin de semana; 35% dijo que fue por cuestiones laborales y 11% para visitar a amigos y familiares.
En particular, los viajes de fin de semana, que tienen una duración de entre una y dos noches de hospedaje, registraron un incremento de 61% a 73% para huéspedes solos, y de 59% a 72% para viajeros en grupo.
Además, se detectó una menor planeación al momento de reservar, las compras de último minuto aumentaron 70 por ciento.
Las playas pequeñas y destinos que posibilitan el turismo carretero, muestran una mayor reactivación, tal es el caso de Ensenada, Manzanillo, Playas de Rosarito, San Cristóbal, Tequisquiapan y Zihuatanejo, entre otros. Asimismo, ciudades fronterizas como Piedras Negras o Mexicali, han mostrado gran resiliencia en términos de ocupación.
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Las prioridades de los viajeros actuales son, en primer lugar, la ubicación con 30% de preferencia; en segunda posición el precio, con 25%, e higiene, con 18% de las respuestas.
En la encuesta realizada por Oyo Hotels también se detectó que el 80% de sus huéspedes continúan viajando en grupo y sólo 20% lo hacen de forma individual.
