A partir del 16 de junio Estados Unidos suspenderá sus vuelos desde y hacia China.
La decisión del gobierno de Estados unidos se dio a conocer luego de que Pekín no permitió a compañías estadounidenses reanudar sus servicios a China.
De acuerdo a un informe del Departamento de Transporte estadounidense, la negativa del gobierno de China de aprobar las solicitudes de reactivación de servicios es una violación al Acuerdo de Transporte Aéreo que ambos países habían firmado.
Otro de los factores que propiciaron la decisión que, según las consideraciones del organismo de transporte de Estados Unidos, las medidas tomadas por China durante y después de la pandemia, en materia de tráfico aéreo, favorecen más a las aerolíneas chinas que a las aerolíneas estadounidenses.
Aunque oficialmente la suspensión aplicará a partir del 16 de junio, si el presidente Donald Trump lo ordena el plazo puede empezar desde antes.
Las autoridades señalaron que no hay fecha de término para la decisión y todas las consecuencias de ellas se pueden enmendar, modificar o revocar en cualquier momento.
Antes de que se diera a conocer la suspensión cuatro aerolíneas chinas habían estado mantenido los vuelos hacia y desde Estados Unidos. Mientras que las aerolíneas estadounidenses habían pedido reanudar el servicio el 1 de junio, pero no obtuvieron el permiso del gobierno chino.
A finales de mayo el Departamento de Transportes estadounidense ya había denunciado que China había roto un acuerdo bilateral que permitía el servicio de aerolíneas entre los dos países.
En ese contexto, las aerolíneas que no recibieron respuesta del gobierno chino para reanudar sus operaciones fueron Delta Air Lines y United Airlines Holdings. Quienes presentaron solicitudes para retomar vuelos y no recibieron respuesta alguna.
Hasta el momento las autoridades anunciaron que las algunas aerolíneas extranjeras podrían operar un vuelo por semana en ciudades chinas.