A raíz de la pandemia, aerolíneas y aeropuertos se vieron obligados a recortar personal. Este verano, tras la reactivación de viajes internacionales, diversos destinos de Europa están sufriendo retrasos y cancelaciones en aeropuertos debido a la falta de personal.
Ante el caos y descontento de los pasajeros, aerolíneas de todo el mundo iniciaron planes para mitigar la demanda.
Recientemente, el aeropuerto de Londres-Heathrow anunció que limitaría el número de pasajeros diarios y pidió a las aerolíneas limitar sus vuelos diarios.
British Airways suspendió el martes las ventas de vuelos de corta distancia desde Heathrow en Londres como respuesta a la petición de la terminal aérea.
La aerolínea holandesa KLM limitará la venta de billetes que vuelen desde Ámsterdam en septiembre y octubre después de que el aeropuerto de Schiphol también pusiera un límite al número de pasajeros que salen.
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Qantas no ha cancelado vuelos, pero ha limitado las ventas de sus servicios de Australia a Londres hasta mediados de septiembre.
Lufthansa hizo ajustes a su horario a principios de verano y canceló tres mil vuelos desde Frankfurt y Munich. Los primeros cambios se realizaron con el objetivo de “aliviar el sistema general y ofrecer un horario de vuelo estable”, según la aerolínea.
EasyJet hizo cambios en su horario en junio después de que Schiphol de Ámsterdam y el aeropuerto Gatwick de Londres anunciaran límites de capacidad de pasajeros. Desde entonces, “las operaciones se han normalizado”, según easyJet, y el rendimiento está “ahora en los niveles de 2019″.
American Airlines realizó algunas cancelaciones con “corto aviso” debido al límite de pasajeros de Heathrow.
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