En la presentación del Programa de Inversiones en Infraestructura de Transporte y Comunicaciones, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, dio a conocer que la inversión tanto pública como privada será de 1.3 billones de pesos como mínimo en el sector.
En un acto celebrado en Palacio Nacional, Peña Nieto detalló que de los 1.3 billones de pesos, cerca de 582 millones serán destinados a transporte e infraestructura y 700 millones a telecomunicaciones.
Por su parte, el secretario Gerardo Ruiz Esparza afirmó que México puede ser la gran plataforma logística de América Latina.
Resaltó que este plan contempla inversiones públicas que incentivarán la participación de capitales privados de manera significativa, pero manifestó la necesidad de generar ahorros sustanciales en tiempos y en costos de traslado de los bienes que integran la producción nacional.
Será en Sonora, Sinaloa, Colima, Chiapas, Campeche, San Luis Potosí, Jalisco, Guerrero, Chihuahua y el Distrito Federal, entre otros, donde se construirán las obras de infraestructura que permitirán generar más empleos, destacó.
Para los estados de Campeche, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Tabasco, se considera una inversión durante el sexenio cercana a los 80 mil millones de pesos para cinco autopistas, 17 carreteras, nueve libramientos, un tren de alta velocidad, tres puertos, cuatro terminales especializadas y tres modernizaciones en aeropuertos.
Como parte de los 105 compromisos a cargo de la SCT destacan 15 autopistas, 29 carreteras, 16 libramientos, siete puentes, tres trenes de pasajeros, seis sistemas articulados de transporte urbano en diversas ciudades, cuatro tramos de trenes de carga, siete puertos marítimos e igual número de aeropuertos. El reto es cerrar la brecha digital en telecomunicaciones.
En la actual administración federal, agregó, se modernizarán y construirán cinco mil 410 kilómetros de autopistas y carreteras, a las que les incorporaremos una señalización inteligente como signo de moderna protección y orientación a los usuarios.
Respecto al segundo semestre del año, se licitarán entre otras obras importantes las autopistas Tuxtla-Villaflores, Tuxpan-Tampico, Cardel-Poza Rica y Atizapán-Atlacomulco, así como las carreteras de Pachuca-Huejutla y Comitán a la frontera.
Conjuntamente con el gobierno del Distrito Federal, la SCT apoyará la conexión de la autopista México-Pachuca con la capital del país, a través del viaducto elevado Indios Verdes-Santa Clara; la del segundo piso del Periférico con la autopista México-Cuernavaca y, continuará el respaldo del Gobierno Federal a la construcción del Metro en la capital de la República.
Agregó que se modernizarán y construirán más de 13 mil kilómetros de caminos rurales. En total, serán 19 mil kilómetros de autopistas, carreteras y caminos.
Ruiz Esparza informó que el portafolio de proyectos contempla tres nuevos trenes de pasajeros y dos de transporte masivo urbano que incluirán el tendido de 583 kilómetros de vías: México-Querétaro, México-Toluca y al Transpeninsular Mérida-Riviera Maya, así como a la Línea Tres del Metro de Monterrey y al Tren Ligero de Guadalajara.
México tiene 11 mil 500 kilómetros de costas y, por tanto, la posibilidad de convertirse en potencia portuaria y en puente eficaz para Norte y Sudamérica, así como Asia y Europa.
El Programa de Inversiones plantea el desarrollo de los sistemas portuarios del Golfo de México y el Pacífico, los puertos de Veracruz, Altamira, Manzanillo y Lázaro Cárdenas. Entre otras obras se construirán nueve terminales especializadas en cargas diversas y una para cruceros turísticos.
Con las de carga podrá crecer nuestra capacidad actual en un 60 por ciento, dijo, pasando de 5 a 8.5 millones de contenedores y en vehículos de 860 mil a un millón 300 mil unidades manejadas en nuestros puertos.
El titular de la SCT dijo que se fortalecerá la aviación comercial, el sistema aeroportuario y el de telecomunicaciones, además de que se pondrán en órbita dos satélites más.
Manifestó la necesidad de obtener mayores inversiones para superar las metas propuestas. Por ello, consideró fundamental la participación del sector privado y las empresas de la construcción, la cual sostuvo que será crucial para alcanzar los objetivos.
