Para merecer el distintivo de Pueblo Mágico es necesario cumplir con ciertas normativas que van desde la índole administrativa hasta de infraestructura y oferta de servicios. A continuación, qué se necesita para ser un Pueblo Mágico.
Lo primero que se requiere es que exista un área administrativa dedicada exclusivamente al turismo de la localidad. Junto a esta área debe haber un Comité de Pueblo Mágico que debe desarrollar y presentar un programa de trabajo a 5 años.
En cuanto a infraestructura se refiere, es necesario que la localidad cuente con ciertos requisitos de conectividad y acceso; como rutas fijas de transporte público, servicios de salud y seguridad pública, además de contar con un sistema de información al turista que sea de fácil acceso.
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También se debe presentar evidencia del atractivo turístico del poblado, incluyendo inmuebles, monumentos históricos o atractivos naturales que puedan considerarse únicos, además de un inventario de proveedores de servicios turísticos en la localidad.
Para conservar el nombramiento, el Pueblo Mágico deberá llevar a cabo el desarrollo del plan de trabajo presentado anteriormente, comprobar que existe inversión privada y social destinada al turismo local, además de demostrar el crecimiento de la actividad turística y el impacto positivo que tiene en las condiciones de vida de los habitantes de dicha localidad.
El programa de Pueblos Mágicos fue creado e implementado en 2001 por la Secretaría de Turismo (SECTUR). Actualmente México cuenta con 122 Pueblos Mágicos distribuidos en todo el país.
