Cuando dos genios se juntan pasan cosas excepcionales y algo así sucedió cuando María Félix se reunió con los maestros joyeros de Cartier para pedirles objetos inigualables que recorren los museos del mundo.
Se trata de dos joyas encargadas y elaboradas a la medida de la famosa actriz y su extravagante gusto por lucir como diva.
Cuenta la leyenda que un día de 1975, María Félix entró a la boutique de Cartier en París con un cocodrilo bebé para que le hicieran un collar lo más parecido posible a ese reptil.
El resultado fue que produjeron una de las gargantillas más icónicas de Cartier y el favorito de María, no con uno, sino con dos cocodrilos.
El motivo por el que quizá muchos quieren contemplar la exposición titulada: “El diseño de Cartier: Un legado vivo” es en buena medida observar dos de las piezas más emblemáticas de La Doña: La serpiente de diamantes y los cocodrilos engarzados.
“Sus animalitos” como ella solía llamar a sus joyas cuajadas de diamantes, esmeraldas y rubíes son de tal magnitud que su valor hoy es incalculable marcando un vínculo histórico entre Cartier y México.
Con lo anterior, pretendo resaltar la importancia de todo lo que verás en esta exposición montada en el Museo Jumex, un aparador para dar salida al arte contemporáneo en Ciudad de México.
Un legado vivo
La exposición hace un recorrido histórico de 150 años de tradición joyera a través de las 160 piezas más emblemáticas de Cartier reunidas en un solo lugar.
Aunque una gran parte de estas piezas pertenece a la colección de La Maison; las que no, fueron prestadas por coleccionistas privados solo para esta muestra, lo que la hace más interesante ya que este hecho tal vez no se repita.
La fascinación que despierta observar esos objetos luminosos colmados de piedras preciosas quizá se explique por su procedencia, desde los confines de la tierra en las minas que guardan celosamente lo que en un futuro serán objetos valiosísimos.
Museografía en el Jumex
Llama la atención el diseño museográfico a cargo de la arquitecta Frida Escobedo al inhibir al espectador en un ambiente oscuro como el del interior de las minas y ponerlo en contacto más cercano con los metales y las piedras preciosas.
Pero también al darle identidad mexicana con las fotografías de las pirámides de Tenayuca, tomadas por Josef Albers, artista alemán que inspiró parte de su obra abstracta con las texturas y formas de esas pirámides durante su estancia en México.
A través de ese laberinto oscuro pero cálido la curadora Ana Elena Mallet eligió las piezas adecuadas para cada sala, mismas que son descritas por medio de códigos QR que explica el diseño y la artesanía que aplicó la famosa empresa de joyeros en cada una de ellas.
Además de La Doña
Las piezas presentadas son arte y son historia duradera y evolutiva que permanece viva como el origen del reloj de pulsera, creado para el piloto e ingeniero brasileño Alberto Santos Dumont, dando origen al famoso “Santos de Cartier”.
También muestra una visión contemporánea sin perder de vista su rico y complejo pasado con alhajas diseñadas por pedido para personalidades como la Duquesa de Windsor o para la princesa Margarita.
Adicional a las dos piezas más emblemáticas de María Félix, el collar de serpiente y los cocodrilos, en la exhibición podrás ver otros de sus encarguitos hechos a la medida como su cinturón confeccionado con Centenarios de oro o sus panteras Cartier.
Aunque la última sala cierra con broche de oro la exhibición, ya que está dedicada principalmente a la colección de joyas de La Doña, debes saber que el resto de las piezas presentadas son extraordinarios relojes, joyas, objetos decorativos y vitrinas con documentos históricos, por lo que vale la pena disfrutarla completa.
La colección Cartier estará en el museo Jumex hasta el 14 de mayo del 2023 y quizá tengan que pasar otros 25 años, como la ultima vez que se exhibieron en México para volverlas a ver.
Aprovecha ahora que la entrada al recinto es gratuita.
