Haciendo honor a su segundo apellido, el senador perredista Antonio García Conejo sacó un ídem de la chistera y anunció que había retirado del pleno de la última sesión del periodo legislativo, la minuta para desincorporar el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM).
En su cuenta de twitter expuso que “al ser un sector tan (sic) estratégico para nuestro país”, defendía la promoción de México como destino turístico ya que sin el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) no existe otra alternativa experta…”
Vista fuera de contexto, se trata de una decisión inteligente y valiente; propia de un legislador que milita en la oposición y quien además preside la Comisión de Turismo del Senado de la República.
Pero en realidad fue una medida tomada al calor del zafarrancho que se generó el martes en el Senado; cuando Ricardo Monreal, el líder de Morena, y sus huestes se dieron cuenta que no iba a pasar la nueva Reforma Educativa.
El asunto se puso “color de hormiga” y lo que menos le interesaba a los legisladores en aquel momento eran el CPTM y el futuro del turismo; así es que García Conejo guardó la minuta en un cajón y ayer se dio vuelo en las redes sociales refiriéndose a la importancia de defenderlos.
Ojalá y realmente esta decisión abriera la puerta para un cambio respecto a una medida de gobierno que ya está impactando a la industria turística; pero la realidad es que en los siguientes días o semanas, el “ejército mayoritario” de legisladores de Morena seguramente lo obligará a sacar el documento del cajón para votarlo.
A quien no le habrá gustado ni un poquito el retraso es a Glenda Argüelles quien se mantiene como directora general del CPTM y, por tanto, está incurriendo en un sub ejercicio de los recursos con los que sigue contando para la promoción turística.
De hecho, si en otro gobierno se hubiera presentado un primer informe trimestral con un sub ejercicio que seguramente supera los mil 500 millones de pesos al primer trimestre del año, ya habría elementos para fincarle responsabilidades.
Algo que obviamente no sucederá, pues ello le correspondería a Raquel Buenrostro, la poderosa Oficial Mayor de Hacienda quien la puso en ese cargo.
Interrogado sobre este tema, Rafael Muñoz Fraga, doctor en Derecho, académico de la UNAM y ex director jurídico del CPTM, dijo que mientras el Senado no apruebe la desincorporación, “las cosas se quedan en la situación en que se encontraban”, como si fuera un amparo.
Ello le sigue generando derechos a los pocos empleados que siguen trabajando en el CPTM y obliga a Buenrostro a cumplir con la calendarización en el ejercicio de su presupuesto, explicó Muñoz Fraga.
Así que el senador García Conejo tiene un tiempo valioso para ahondar en la discusión de la importancia del CPTM, en la que por cierto no se ha escuchado la voz de Claudia Ruiz Massieu, senadora, ex Secretaria de Turismo y presidenta del PRI.
Pero sería ingenuo pensar que vendrá un cambio de fondo.
