Vincular turismo y terrorismo es una bomba de tiempo

 
Carlos Velázquez
hrs.

En el pasado un hecho precipitó la contratación de especialistas en manejo de crisis para salvar al turismo: El derrumbe en la llegada de turistas internacionales a México y la pérdida de empleos.



Esto ocurrió cuando el gobierno de Felipe Calderón incluyó en el discurso oficial el concepto de la “guerra contra el narcotráfico”.

Los estadounidenses, principal mercado foráneo para México, entendieron de forma literal el concepto de “guerra” y muchos dejaron de venir ante el temor de encontrarse con un escenario extremadamente violento.

Entonces Calderón le hizo caso al Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) e invitó a Gloria Guevara y a Rodolfo López Negrete para recuperar a los viajeros desde la Secretaría de Turismo y el Consejo de Promoción Turística.

Este último dedicó más recursos para incluir expertos en manejo de crisis en las licitaciones internacionales para la promoción del país, era urgente decirles a los extranjeros que la “guerra” era una metáfora y que era mucho más peligrosos viajar a los barrios bravos de Washington DC, que a Cancún o Vallarta.

Los resultados fueron paulatinos y hubo muchas campañas creativas como aquella de los turistas hablando con los taxistas mexicanos sobre lo bien que se la pasaban en México.

Esas herramientas fueron utilizadas en otras crisis, como aquella del alcohol adulterado en Riviera Maya o la del crucerista canadiense herido por una bala perdida en Mazatlán.

Ahora nadie está haciendo de forma sistemática esa tarea y el gobierno estadounidense usa otra palabra tan temible como la “guerra” y es la de “terrorismo”.

No es exagerado que la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) y el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) hayan dado la voz de alarma mediante un comunicado, pues consideran que la inclusión del término “terrorismo” en la alerta de viaje emitida el 12 de agosto por el gobierno estadounidense, pone en riesgo al turismo en 30 entidades del país.

La alerta, señalan, no refleja con precisión la situación de la mayoría de los estados mexicanos y ha generado inquietud ante las interpretaciones erróneas que podrían afectar gravemente uno de

los pilares económicos.

El impacto económico de una alerta de este tipo no puede minimizarse. Esta alerta podríadesincentivar la llegada de turistas internacionales y afectar a la economía

La llegada de turistas no se ha hundido a los niveles registrados en el gobierno de Calderón y tampoco hay interés por atender el problema de imagen que está afectando al turismo nacional.

La alerta de viajes no es un caso aislado, el Departamento del Tesoro de la Unión Americana señaló la semana pasada estar actuando contra 13 empresas de “tiempo compartido” por defraudar a cientos deestadounidenses.

La Asociación Mexicana de DesarrolladoresTurísticos (AMDETUR), que preside Marco Agostini, reconoc las acciones anunciadaspara castigar y acabar con los fraudes dirigidos a dueños estadounidenses de tiempos compartidos y miembros de clubes vacacionales en México.

Pero no aclaró enfáticamente que no sonempresas de tiempos compartidos, sino compañías fantasmas que decían dedicarse a esa actividad como otras dicen ser hoteleras o financieras.

CNET y Coparmex demandan que el Gobierno de México implemente una campaña internacional de promoción comercial y relaciones públicas, acompañada de un plan de manejo y gestión de crisis.

Pero hasta ahora no existen indicios de que el gobierno mexicano vea la necesidad de responder a este grave problema en ciernes.



hrs.

Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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