Ya inició la cuenta regresiva para capitalizar el impacto que debería tener el Mundial de Fútbol de 2026 en la actividad turística mexicana.
En esta apuesta hay jugadores de todos los tamaños, un caso es el de la mercadóloga Alejandra Landgrave quien está dando un curso para que las pymes mexicanasaumenten sus ventas y visibilidad aprovechando esa breve, pero muy valiosaventana deportiva.
También hay estados en México, con aeropuertos ubicados a menos de tres horas y media de vuelo de destinos sede en Estados Unidos como Los Ángeles, Houston y Nueva York, que podrían recibir las concentraciones de los equipos y sus familias.
Incluso hay hoteles que están analizando si es rentable construir estadios de futbol cumpliendo con los requisitos de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), para las prácticas de los equipos antes de volar a los estadios con el fin de atender sus compromisos.
El costo de hacer un estadio ronda un millón de dólares, pero además de los pagos que recibirían de la FIFA y de los equipos, conservarían una infraestructura que podrían seguir rentabilizando en el futuro.
Además, varios estados buscan invertir en promover su oferta turística entre los millones de personas que estarán atentos al Mundial.
Al respecto la Secretaría de Turismo, cuya titular es Josefina Rodríguez, está negociando con la Presidencia un paquete de recursos para la promoción turística por entre mil y dos mil millones de pesos para 2026.
Esos entre 50 y 100 millones de dólares son los que ya cuentan por separado destinos como Houston, Los Ángeles y Nueva York.
De hecho, existe el riesgo de que México incluso pierda la oportunidad de capitalizar turísticamente el Mundial de 2026.
Hoy tanto Estados Unidos como Canadá no están negociando una partida presupuestaria, sino que están concluyendo de definir las estrategias que pondrán en marchan en diciembre, en cuanto se realice el sorteo en que se definirá el calendario y las sedes de los encuentros.
Divisadero
Jubilación. Cuando Alejandro Zozaya, fundador de Apple Leisure Group (ALG) vendió esa compañía operadora de hoteles a Hyatt, uno de los sorprendidos fue Gonzalo del Peón, su amigo, socio minoritario y ejecutivo de esa compañía.
Son muy pocos los que saben con qué parte de los dos mil 700 millones de dólares, más la caja, se quedó el fondo de inversión y cuánto le tocó a Zozaya y a los demás socios.
Pero Del Peón recibió una parte de la venta y además se mantuvo participando en Hyatt durante la transición desde 2021 hasta el primero de agosto de este año, cuando acaba de anunciar su retiro.
Con una casa en Miami y otra en Filadelfia, Del Peón planea disfrutar de la vida después de haber colaborado destacadamente en el diseño de un exitoso modelo de negocios.
Además del retiro, analizará otras oportunidades fuera de Hyatt pues todavía es joven y un especialista en turismo.
Meses antes, el 28 de febrero, Yarla Covarrubias, quien se encargó de de la mercadotecnia de ALG en México también se retiró Hyatt y en este momento disfruta viajando por Europa, aunque sigue en operación Mapresa, su compañía.
Con esto llega a término la historia en ALG de un mexicano visionario, como es Zozaya, quien comandó a uno de los equipos más potentes que ha hecho grandes negocios a través del turismo.