Viajar a ningún lado en el avión que se rifó pero no se rifó

Carlos Veranda Gral
 
Carlos Velázquez
hrs.

Ahora que los miembros del Ejército Mexicano están ejerciendo contratos que antes se licitaban entre las empresas de ingeniería civil, como la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía.



Y cuyos altos mandos están asumiendo tareas antes reservadas para los civiles, como conducir las finanzas del ISSSTE; pues también podrían poner una Agencia de Viajes a Ningún Lado.

En un momento en que nadie puede afirmar que sabe cómo será el turismo dentro de tres o cuatro años, la locura de los seres humanos sigue siendo infinita y aquí se podrían juntar dos visiones igualmente desquiciadas.

Si ya parece altamente riesgoso concentrar el poder político y económico en los cuerpos castrenses mexicanos; también es un hecho que los aeropuertos son espacios de riesgo medio-alto para el contagio del Covid-19 y, sin embargo, están teniendo éxito los “vuelos a ningún lado”.

De un total de 37 actividades valoradas en junio pasado por la Asociación Médica de Texas, la décima más riesgosa para contagiarse del Covid-19, calificada en el rubro de “riesgo alto-moderado”, es viajar en avión.

El hecho mismo de transportarse en el aparato tiene atenuantes como el sistema de filtración del aire o las precauciones adicionales que pueden tomar los pasajeros utilizando caretas o gafas de protección.

Pero el hecho es que el propio Centro para el Control y Prevención de Enfermedades y Desastres de Estados Unidos (CDC, en inglés), informó la semana pasada que sigue investigando mil 600 casos de personas que se pudieron haber contagiado de Covid-19 en los vuelos y de 11 mil que pudieron haber estado expuestas al nuevo coronavirus.

Números relativamente pequeños si se considera la gran cantidad de personas que utilizan los vuelos comerciales, incluso en estos meses desastrosos de la pandemia.

Pero el hecho es que en Asia está cobrando adeptos hacer “vuelos a ningún lado” con dos modalidades igualmente absurdas, pues una es documentarse en el aeropuerto y luego no abordar el avión.

Mientras que la segunda es subir al avión, volar unas horas y regresar al punto de partida.

Air Nipon Airlines (ANA), lo está haciendo con sus aviones más grandes que mantiene en tierra ante la falta de demanda; pero que cada tres meses deben ir al aire para que no se dañen los equipos y gana algo subiendo pasajeros.

Allí está precisamente la oportunidad, pues en este país surrealista donde se rifa pero no se rifa el avión presidencial; si el gobierno federal sigue sin poder venderlo, también podría ofrecer asientos para viajar a ningún lado en un avión que ni Obama hubiera podido usar.

Divisadero

Turismo castigado. En el último Reporte Gemes de Héctor Flores Santana, resulta que en el periodo enero-julio de este año México recibió 14.4 millones de turistas internacionales, cifra menor en -45.2% a la del mismo periodo de 2019, con 11.9 millones de turistas menos.

Si se compara julio vs julio de este año y el anterior, entonces la caída es de -66.6%, lo que representa 2.8 millones de turistas menos.



hrs.

Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

Notas relacionadas
Ir a la barra de herramientas