Una aspirinita para el Covid-19

Carlos Veranda Gral
 
Carlos Velázquez
hrs.

Hoy empresarios y miembros de la sociedad civil de numerosos Pueblos Mágicos (PM) viven una problemática súmamente complicada debido al Covid-19.



Es verdad que de los primeros en recibir nuevamente a los viajeros son los destinos que están cerca de las grandes ciudades.

Pero que en esas poblaciones predominan las Pymes y sus propietarios tienen problemas para acceder al financiamiento bancario, poco capital y muchas veces toda la familia depende de los mismos emprendimientos.

Allí se están escribiendo dramas de cierres de negocios, familiares que deben emigrar y muchos trabajadores que han perdido su empleo o que están en pausa sin recibir ingresos, en tanto el turismo se recupera.

También la Secretaría de Turismo (Sectur), cuyo titular es Miguel Torruco, reconoce la importancia de “mejorar el desarrollo y bienestar de los PM para reducir las brechas sociales existentes”.

¿Pero cómo lograrlo? Pues, pintando los Pueblos Mágicos…

El año pasado Sectur, Comex y la asociación civil Corazón Urbano, de Akram Castillo, firmaron un convenio de “concertación” para pintar las fachadas de los PM, sin que Sectur comprometiera recursos presupuestales.

En realidad deber ser muy difícil comandar la Sectur sin un peso y el camino que ha encontrado son estos convenios de concertación, no de concesión, en donde la dependencia aporta los derechos de la Marca México y en este caso de la Marca Famosa Pueblos Mágicos.

Así fue como firmó con Braintivity el Visitmexico y en este caso, a diferencia de aquel, ni Comex ni la asociación civil se comprometieron a darle recursos a Sectur.

En el mejor de los casos, un programa así en un momento tan crítico como la pandemia, es como darle una aspirinita a un enfermo grave del nuevo coronavirus.

Pero resulta que, además, la dependencia liberó hace un par de semanas la Guía General de Participación en la Estrategia Rutas Mágicas de Color 2020, siendo el periodo de inscripción del primero al 30 de septiembre.

En el mismo se establece que están previstas dos tipos de intervenciones, la primera es por hasta 2.9 millones de pesos con un tiempo de ejecución de 1.5 meses; la segunda por hasta 1.2 millones de pesos con un tiempo de ejecución de dos semanas.

¿De dónde saldrán los recursos? Pues los tendrán que poner los gobiernos estatales, los municipales o los dos, que además deberán garantizar transporte, alojamiento y viáticos para los artistas y/o pintores.

¿Qué recibirán a cambio? En el primer caso unos murales y en el segundo cierto número de coloridas fachadas.

Ya sería entrar a otro nivel de análisis revisar si el programa está alineado a las paletas de colores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) o quién decidirá los temas de los murales, no vaya a ser que se conviertan en una elegía al Nuevo Mundo de la 4T.

Pero de entrada, y para decirlo de la forma más comedida posible, no parece que éste sea el momento de hermosear paredes, cuando los habitantes de los Pueblos Mágicos viven una pesadilla.



hrs.

Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

Notas relacionadas
Ir a la barra de herramientas