ESTAMBUL.— Tras la destrucción de las herramientas públicas para la promoción turística de México, supuestamente han sido reemplazadas por las representaciones diplomáticas, pero la realidad es distinta, según ha comprobado Isabel Arvide, quien pasó de periodista a cónsul en la principal ciudad turca.
Luego de estudiar el marco legal de sus atribuciones, Arvide descubrió que una de ellas era la promoción turística de México, así es que trató, inútilmente, entrar en contacto con Miguel Torruco, titular de Turismo, quien nunca le tomó las llamadas.
Tampoco la consiguió cuando pidió una cita a través de Gustavo Armenta, el vocero de Miguel Torruco, quien durante años fue empleado de esta periodista.
Finalmente, la relegaron a hablar con Emmanuel Rey, director de Promoción Turística de la dependencia, a quien ella describe como una persona poco lúcida que “no habla bien español” (pues es de origen francés).
Entre los temas que le llevó a aquel encuentro digital, estaba pedirle material de difusión sobre los destinos mexicanos y unas fotografías, pues había conseguido montar una exposición en una de las principales estaciones del metro de Estambul.
“Tómalas del Visit México”, le dijo Rey, pero Arvide casi se va de espaldas cuando descubrió que las imágenes tenían marcas de agua con la leyenda del sitio.
Y casi perdió los cabales cuando vio que Carlos Loret de Mola aparecía en el Visit México como uno de sus “embajadores” de marca.
“Me niego a utilizar”, le dijo, “un sitio que reconoce a un comunicador que sistemáticamente insulta al presidente Andrés Manuel López Obrador”.
Hay quienes aplauden o denuestan a Loret de Mola, pero, ciertamente, es difícil encontrar la lógica para que el sitio oficial del turismo mexicano, que le concesionó Torruco a Marcos Achar y a Carlos González, haya nombrado como figura prominente a uno de los críticos acérrimos de este régimen.
Así es que Arvide carece de folletos impresos o electrónicos, no tiene material fotográfico y tampoco cuenta con gastos de representación, ya no digamos para hacer un evento, sino para invitarle un café a un editor turco especializado en turismo.
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En ese largo camino también ha descubierto una frase que sus superiores de la Secretaría de Relaciones Exteriores, cuyo titular es Marcelo Ebrard, usan para limpiarse las manos ante cualquier problema que requiera fondos: “Utilice sus buenos oficios”.
Esto, en la práctica, significa que la cónsul se ha convertido en gestora de patrocinios no sólo para cumplir su encomienda como promotora del turismo, sino para realizar tareas tan delicadas como repatriar dos cadáveres, que llevó a cabo con el dinero de una empresa, Megatravel, de Ercan Yilmaz, quien pagó el traslado, sin tener responsabilidad de hacerlo.
Yilmaz reconoce que Arvide se esforzó y fue insistente para que en diciembre se haya reanudado el vuelo de Turkish entre la Ciudad de México y Estambul, con cuatro frecuencias semanales, que hoy permite que unos 600 viajeros turcos y de otras latitudes lleguen cada siete días a nuestro país.
Eso sí, el primer día que reinició el vuelo, Torruco se “colgó la medalla” y tuiteó celebrando el hecho.