Recientemente se han publicado dos documentos interesantes, que escudriñan las oportunidades para el turismo del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Uno de los negociadores del tratado anterior, el TLC, dijo hace semanas a este espacio, con la discreción extrema que lo caracteriza, que no había capítulos explícitos ni grandes ventajas para el turismo en el T-MEC y que incluso se perdió la oportunidad de impulsar al sector aéreo.
Días después Luis Araiza, presidente de la Asociación de Secretarios Estatales de Turismo (Asetur), participó en una mesa redonda digital en la Secretaría de Economía y destacó que el T-MEC da confianza a las inversiones y que será un reto para la mejora constante.
Además destacó el uso de la tecnología para impulsar al sector y las buenas prácticas medio ambientales.
Ahora Rosario Graham, experta en normatividad turística, publicó un ensayo académico: “El turismo en el marco del TMEC”, al que revisó bajo su óptica de abogada. Allí señala:
“En un escenario de crisis económica y aun en medio de la pandemia, el Banco de México probablemente está en lo cierto al señalar que ‘el T-MEC puede propiciar una mayor inversión a la esperada’, además de considerar que es la única opción inmediata para orientarse a sentar las bases hacia una recuperación, o al menos una de las únicas posibles atendiendo a las definiciones de la presente administración.
“(…) Dentro del marco del T-MEC, el turismo tiene, desde el ámbito de la inversión para desarrollos turísticos, Pymes, impulso de las artesanía y la identidad cultural de las distintas regiones que conforman México que puede darse, a través del concepto de ‘trato nacional’”.
Además señala que las buenas prácticas regulatorias son base de la eficiencia, eficacia, facilitación de trámites y competitividad en los distintos sectores y en especial en el turismo.
En un evento virtual realizado este lunes por la Secretaría de Turismo para evaluar el nuevo tratado, Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio Exterior, presentó un documento que se llama “El T-MEC y las empresas del sector turismo en México”.
En el mismo señala que ofrece la certidumbre que requieren los agentes económicos para la producción, el comercio y la inversión y es una potente palanca para la reactivación económica.
Permitirá, abunda, el fortalecimiento y apoyo a las Pymes del sector para que crezcan sus negocios y se integren las cadenas de valor del turismo.
El fortalecimiento de la integración productiva de sectores como el automotor, tecnológico, farmacéutico y financiero alentará, además, la entrada temporal de personas y el desarrollo del turismo de negocios.
Finalmente, el comercio transfronterizo de servicios impulsará la prestación de servicios como el del turismo médico que, según un estudio de Deloitte, crecerá 12.8% entre 2019 y 2023, y contribuirá al sector para ese último año con 10 mil millones de dólares.
Sin medidas específicas dirigidas al desarrollo del turismo, estos especialistas coinciden en que indirectamente se alentará esta actividad y por aquí mismo está una de esas salida a una crisis que hoy avasalla al sector.
