En septiembre en una viaje a Seattle, nos hospedamos en el hotel Fairmont que fue renovado recientemente y es uno de los mejores de la ciudad; pero no leímos las “letras chiquitas” y al regresar el segundo día por la noche, tuvimos que tender la cama porque no pedimos que la “refrescaran”.
¿Refrescaran?, en realidad lo que deseábamos es que la cama estuviera limpia, sin arrugas, que hubiera suficiente jabón y que las toallas hubieran estado bien dobladas.
Pero esto puede convertirse en una tendencia a nivel mundial y además de los hoteles de Accor, a la que pertenece Fairmont; Hilton ya anunció como una política que sólo limpiarán la habitación una vez cada cinco días, a menos de que el cliente pida mayor frecuencia.
La cuarta cadena de hoteles más grande del mundo, justifica su decisión en que con ello contribuirán al cuidado del medio ambiente pues se dejarán de usar cantidades importantes de agua y detergentes.
Pero en sus marcas de lujo, como Conrad y Waldorf Astoria, los huépedes seguirán gozando de la limpieza diaria en la habitación; pues al parecer a estos últimos no les importa el planeta.
Mientras los sindicatos de trabajadores de Hilton en países como Estados Unidos y España ya pusieron el grito en el cielo, pues aparentemente la medida derivará en una reducción de alrededor de 10% de la plantilla laboral.
John McCarthy, ex director general de Fonatur y consejero de varias compañías hoteleras, dijo que los servicios derivados de la limpieza de los cuartos, no representan ni 20% de los ingresos que generan como unidad de negocio dentro de un hotel.
Menos personal, agua, detergente y productos de limpieza difícilmente generarán un gran ahorro, por lo que considera que la razón podría responder a que, con la pandemia, se ha reducido la disponibilidad de personal en países que han subsidiado a sus trabajadores.
Sin embargo, anticipó que al final simplemente se generará una nuevo factor de competencia entre los hoteles que limpien y no limpien diariamente los cuartos; además de que aquellos que no lo hagan, tendrán menos diferenciadores respecto a lo que ofrecen plataformas como Airbnb.
Por su parte, Rodolfo López Negrete, ex director general de Hyatt en México y experto en turismo, recordó que la recuperación hotelera ha sido muy desigual en los hoteles de playa y en los de ciudad, por lo que en estos últimos sí pueden ser relevantes los ahorros generados por esa decisión.
Sin embargo, manifestó sus dudas de que se convierta en una decisión generalizada; pues el avance de las vacunas está contribuyendo a un escenario de recuperación paulatina de un problema como la pandemia, que podría resolverse por completo en un periodo de alrededor de cinco años.
Jaime Jaramillo, director del Hotel Nizuc de Cancún, consideró que la decisión fue implementada de manera incorrecta, pues un huésped tiene derecho a pedir que le cambien los estándares de servicio pero no a que le impongan uno menor.
“En Nizuc debido a la pandemia, ha habido huéspedes que han pedido que no limpiemos sus cuartos diariamente; pero nuestro compromiso es contar con los protocolos para que la limpieza se siga haciendo todos los días y de manera correcta”.
