Ayer a media mañana Pedro Haces y Abraham Garay, presidente y director del Fideicomiso para la Promoción Turística de Acapulco, fueron cesados por instrucciones de Héctor Astudillo, gobernador de Guerrero, tras el escándalo de la campaña Mom! I´m in Acapulco.
La primera pregunta es ¿por qué lanzar una campaña para Acapulco en la primera semana de agosto?, cuando las “vacaciones” afectadas por el Covid-19 están por terminar y además ahora que el destino vive de los departamentos familiares de fin de semana.
Cualquier mercadólogo hubiera optado por aguantar al puente del 15 de septiembre o para el invierno.
La segunda es ¿por qué afirmar temerariamente que en Acapulco no hay reglas?, cuando son las que salvan vidas en la nueva pandemia, sin olvidar los retos de seguridad del destino.
La tercera es ¿por qué promover los bares, los antros y las fiestas con disfraces siniestros tipo “Ojos bien cerrados”, la película final del gran Stanley Kubrick, cuando esas actividades son altamente riesgosas en tiempos del nuevo virus?
Y la cuarta es ¿por qué la Secretaría de Turismo federal difundió entre sus casi 876 mil seguidores en Twitter un video con todos los elementos descritos arriba, señalando que era un concepto “innovador, fresco y disruptivo que tiene como objetivo conectar con nuevas generaciones”?
Precisamente esa frase y el alcance de esa cuenta, fueron como acercarle un “cerillo a un bidón de gasolina” y el miércoles por la mañana la historia subió como un cohete al espacio.
La ejecución del video era tan desafortunada que incluso atrajo a Chumel Torres, el rockstar norteño de Twitter, quien ya tiene algunas cabezas de funcionarios públicos en su “sala de trofeos”.
Así es que a la encargada de redes de Sectur “le dio frío” y al borrarlo, explotó como un puerto virtual en Líbano.
Materiamist, la agencia de publicidad de Federico Quinzaños que desarrolló el concepto, venía trabajando con Acapulco desde el año pasado; además de que, por recomendación de Sectur, fue contratada como agencia de Visitmexico.
Quinzaños había provocado dudas con su campaña de Hypethentic que lanzó para impulsar digitalmente al turismo mexicano; pues ni los estadounidenses ni los mexicanos ni nadie la entendieron, así es que se esfumó.
“Perdón y olvido” fue lo que pidió en un tweet el gobernador Astudillo, cuando salió conque la campaña fue inoportuna, insensible e imprudente; para luego implorar: “Si no nos ayudan, no nos perjudiquen”.
Pero como no es el momento de que el sector turístico, el más golpeado por la pandemia, olvide; los reclamos siguen.
Así es que Astudillo ya cortó la cabeza de Haces y Garay y puso a trabajar a sus operadores para que resuelvan el desaguisado, con la versión de que fue una campaña para España producida antes de la pandemia que se transmitió por error.
Todavía no se sabe si le rescindirán el contrato a Quinzaños o si esto le pegará al secretario de Turismo de Guerrero, Ernesto Rodríguez Escalona; pero definitivamente, y parafraseando al gobernador, éste no era el momento de perjudicar en lugar de apoyar al turismo de Acapulco.