La semana pasada se publicó en el Diario Oficial de la Federación una lista de empresas de tecnología que fueron inscritas en el Registro Federal de Contribuyentes, una lista de ganadores que es interesante tanto por las que están como por las que no.
Así es que ahora pagarán IVA y RFC en México algunas de las firmas más exitosas de los últimos años como Uber, Didi, Bloomberg Finance, Alexa, Rebuilding, Amazon, Homeaway, Expedia y Netflix.
Un buen golpe de la Secretaría de Hacienda, cuyo titular es Arturo Herrera, que finalmente está concretando este proyecto del que se habla desde el inicio del sexenio.
Entre ellas hay varias ligadas a los viajes y al turismo, directamente Uber, Didi y sobre todo Expedia y Homeaway.
Pero el listado se encuentra incompleto y sólo para mencionar algunas allí deberían estar también Oyo Rooms, Booking y Airbnb, comandada en México por Jorge Balderrama.
Este último caso es particularmente interesante, pues Airbnb puso el “grito en el cielo” cuando en marzo entró en pausa su exitosa App por el Covid-19, mientras que sus competidoras se tardaron un poco más.
Así es que por aquello de “la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio”, ahora los directivos de aquellas preguntan sotto voce que “¿qué pasó?” y ¿por qué la “cumplidota” de Airbnb no encabezó la mencionada lista que ya hasta se publicó el nueve de julio en el Diario Oficial?
La versión que tiene este espacio es que Airbnb ya está haciendo los trámites respectivos y que pronto estará regularizada también.
Airbnb defiende que es la única App de su tipo que recolecta y paga el impuesto al hospedaje en ocho estados de la república, que son Baja California, Baja California Sur, Ciudad de México, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa y Yucatán.
También presume que por ese concepto pagó en 2019 unos 200 millones de pesos, lo que a decir de los conocedores de este tema parecería que es poco.
El problema es que no declaran el universo exacto de sus unidades disponibles en los estados, así es que enteran más o menos con una fórmula que recuerda aquel juego de que “piensa un número y otro y multiplícalo por dos, menos el número que pensaste”.
Por supuesto es posible tener una idea aproximada, si se miden los inventarios y luego se utilizan varias herramientas que hay en línea, como MarketMinder, para darles tarifa y ocupación promedios.
En la práctica eso sólo ayuda a pensar que esos 200 millones en 2019 estuvieron “rasurados”, pero no se trata de un método serio de supervisión ni mucho menos.
Hoy Airbnb es un misterio, pues su cofundador Brian Chesky ordenó el despido del 25% de su personal al inicio de la pandemia.
Pero ahora ya tienen más inventario que hace un año y los viajeros están prefiriendo ir a departamentos y casas para vacacionar, tanto por los precios como porque sienten que ellos mismos, los clientes, controlan la sanitización.