En la pasada cumbre del Consejo Mundial de Viajes y Turismo en Cancún, Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia y Premio Nóbel de la Paz, participó en un diálogo con Gloria Guevara, presidenta del organismo.
Fue una plática cargada de anécdotas de un personaje que jugó un papel fundamental en el proceso de paz de su país y quien reabrió a Colombia al turismo, con una perspectiva a favor de la globalización y el libre mercado.
Santos habló sobre la falta de liderazgo en el mundo como una de las razones que tienen sumidas al planeta en un momento de incertidumbre respecto a lo que nos depara el futuro.
En estas horas oscuras, propuso poner atención en el liderazgo ejercido por las mujeres y pidió ver los casos de Erna Solberg, primera ministra de Noruega, y de Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda.
Santos sostuvo, precisamente frente a Guevara, quien se ha convertido en la principal líder de la recuperación del turismo mundial durante la pandemia, que las mujeres jugarán un papel muy importante para recuperar ese liderazgo perdido.
Solberg pertenece al partido conservador de Noruega y Ardern se define como una socialdemócrata progresista, quien no acepta que el capitalismo auspicie la miseria, la gente sin casa o los niños en condición de calle.
¿En qué se parecen Ardern y Solberg? En la importancia que le dan a la educación como la opción para salir del atraso y también en la transparencia como un elemento esencial de sus gobiernos; en su defensa de la democracia y en la apuesta por el cuidado del medio ambiente y el desarrollo de la tecnología.
Bajo esta perspectiva, los líderes que dicen una cosa y hacen otra, los que ocultan la información y la reservan sólo para sus aliados, lo que van por las energías sucias y la depredación del medio ambiente y los que mienten, representan la antítesis de esas mujeres.
DIVISADERO
Campaña caliente. Aunque Carmen Joaquín, candidata a diputada de la coalición Va por México, en Quintana Roo, está en la lista de los diputados federales plurinominales, también decidió contender por el distrito cuatro y tiene como contrincante a Laura Fernández, del Partido Verde.
Esta última ha sido acusada de haber alterado el padrón electoral, como parte de una estrategia para buscar a toda costa el fuero y después de haber encabezado la presidencia municipal en Puerto Morelos, donde tomó decisiones por las que se le puede fincar responsabilidad en el futuro.
El distrito cuatro fue clave para el triunfo de Carlos Joaquín González como gobernador de Quintana Roo y uno de los aspectos que está cuidando Carmen es que no pueda sufrir ninguna acusación por supuesto nepotismo.
En realidad, el gobernador y la empresaria recientemente estrenada en la política, llegaron por caminos diferentes a las contiendas electorales.
Ahora, los diferentes estilos y visiones de Carmen y Laura harán “saltar chispas” en las próximas semanas, pues es previsible que ambas campañas se enciendan conforme se acerque el 6 de junio, momento en el que los ciudadanos deberán salir a votar.