Casas de retiro, otro cambio previsible por la pandemia

Carlos Veranda Gral
 
Carlos Velázquez
hrs.

Entre las muchas tragedias que se han escrito por la pandemia, en España ha causado conmoción la ocurrida al inicio de esta crisis en las casas de retiro para personas mayores donde injustificadamente se perdieron muchas vidas.



El detonador fue que autoridades de varias ciudades de ese país prohibieron que personas diagnosticadas con la Covid-19, dejaran sus hogares para ser ingresados en instituciones hospitalarias; así es que fallecieron sin atención profesional y en condiciones infrahumanas.

Sin ese nivel de dramatismo, otros países de la Unión Europea también sufrieron historias de abandono y muerte, esencialmente injustas para quienes estaban al final de sus días y en una situación de alta vulnerabilidad.

En México han ocurrido tragedias similares y aquí se avizora otro cambio derivado de la pandemia, es decir, repensar lo que hasta hace unos años era visto como un prometedor negocio asociado a las empresas de hospedaje.

Salvo los miembros de los estratos sociales más adinerados y los beneficiarios de los sistemas de retiro de los países nórdicos de Europa; las casas de retiro para las clases medias padecen deficiencias que se han exaltado por la pandemia.

Ahora se está hablando de que aumentará significativamente la proporción de personas que privilegiarán quedarse en sus casas y departamentos hasta que fallezcan, apoyados por profesionales itinerantes.

Para ello se anticipa el desarrollo de plataformas tecnológicas a la distancia altamente intuitivos que ofrezcan servicios médicos, de apoyo físico y emocional y de otras índoles.

También cómo promover y hasta subsidiar las redes de voluntariado entre los propios vecinos; además de las visitas periódicas de los profesionales.

Si los viajes de negocios, la renta de oficinas o el trabajo a distancia están inmersos en una vorágine de transformaciones; la pandemia también impactará en la manera en que pasarán los adultos mayores en el futuro la última parte de sus vidas.

Divisadero

Razones equivocadas. Debido al gran flujo de visitantes internacionales entre las fronteras de México y Estados Unidos, y la decisión de ambos países de mantener abierta la conectividad aérea mutua durante la pandemia, se prepara una foto inimaginable.

En la última edición del Panorama de la Actividad Turística en México, de Cicotur y CNET, Francisco Madrid, director del primero, aventura que con 24.3 millones de llegadas internacionales, México podría haber sido el segundo país más visitado del mundo en 2020.

Esto es sólo debajo de Francia y arriba de Estados Unidos, Italia y España; claro que lejos de usar el tono absurdamente triunfalista que usó hace poco la Secretaría de Turismo, Madrid deja claro que es un asunto contable y circunstancial, en el entorno de la pandemia.

Cozumel. El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), cuyo titular es Rogelio Jiménez Pons, ya trae muy avanzado un proyecto junto con la Secretaría de Marina, para ofrecer a los habitantes de Cozumel transportación gratuita entre esa isla y la región continental de Quintana Roo.

Una medida que seguramente aplaudirán muchos habitantes, aunque le restará rentabilidad a las dos compañías privadas que ofrecen este servicio desde hace muchos años y que le cobran, con descuento, a los locales.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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