Bonilla, González, el coyote y el correcaminos

Carlos Veranda Gral
 
Carlos Velázquez
hrs.

Carlos Mora es conocido en el turismo por ser uno de los publirrelacionistas de Daniel Chávez, presidente de Grupo Vidanta.



Hace meses compartimos en Veranda que estaba preparando el libro “Los dones”, compilación de artículos que comenzó a escribir hace años para el Semanario Z de su natal Tijuana.

Son perfiles de personas, que ha conocido o no, pero a quienes admira y cuya principal virtud, el entusiasmo sobre ellos; tiene como contraparte no haberse adentrado en los mismos, para mostrarlos en sus tres dimensiones.

Cuando publicó los dos volúmenes, le pregunté si era cierto que estaba buscando notoriedad para contender, vía Morena, por la presidencia municipal de Tijuana; a lo que respondió que no lo haría.

Después anunció que haría un Encuentro Nacional de Turismo, al que aseguró llegarían gobernadores; el Secretario de Turismo Federal; empresarios prominentes; presidentes municipales y secretarios estatales de turismo.

El saldo final fueron cinco presidente municipales y 12 secretarios estatales, además del subsecretario federal Humberto Hernández.

Asistentes a un encuentro que lamentablemente será más recordado por haber evidenciado un pleito entre políticos de Baja California; que por las ideas para resolver la problemática inédita que enfrenta el turismo.

Resulta que Mora estaba cenando este martes, cuando apareció en el restaurante Arturo González, presidente municipal de Tijuana; quien además fue su jefe cuando ocupó la presidencia nacional de Concanaco-Servytur.

Mora creció entonces como publirrelacionista y tendió una red que lo volvió un personaje influyente en los medios de comunicación.

Ahora González está peleado con Jaime Bonilla, el polémico gobernador de Baja California quien apoyó el encuentro de Mora participando incluso en una conferencia de prensa para el lanzamiento.

González  presuntamente ordenó desde el restaurante que cuatro patrullas esperaran a Mora para detenerlo en su camioneta, argumentando que estaba en estado de ebriedad.

Este último se parapetó allí hasta que llegó un funcionario de la Comisión de Derechos Humanos del estado, que preside su hijo Miguel Mora; para acompañarlo a que le realizaran la prueba del alcoholímetro.

González, perversamente, hizo que le filtraran el dato de la detención a algunos reporteros de redes sociales; quienes se dieron vuelo cubriendo el supuesto arresto del “famoso autor del libro Los Dones, del que hay carteleras por toda la ciudad”.

Mora no estaba ebrio y salió del alcoholímetro para encontrarse conque el municipio le había reducido a 50 el número de asistentes al salón que había rentado; por un repentino prurito de “dictadura asiática”, cuando Tijuana es una de las ciudades más afectadas por el Covid-19 debido al relajamiento en la pandemia.

Así es que el secretario de Salud del estado, respondió apoyando a Mora para abrir el aforo a 150 asistentes.

Ayer Bonilla no fue al encuentro, anticipándose a otra triquiñuela de González.

Así es que lo que pudo haber sido un evento relevante sobre el sector más golpeado por la pandemia; terminó sirviendo de ring a dos políticos de la 4T, que en vez de emular a su prócer Benito Juárez produjeron un episodo en la Baja del “coyote y el correcaminos”.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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