“Software as a Service” es una de esas expresiones que últimamente escuchamos con mucha frecuencia de los consultores en Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC). Se trata simplemente de una forma de distribución de software, en la que tanto los datos como las aplicaciones se alojan en infraestructura del proveedor y el cliente solamente paga una cantidad mensual por lo que utiliza.
Entre sus principales cualidades figuran: el ser accesible, a diferencia del modelo tradicional, SaaS se comercializa como una suscripción que incluye actualizaciones, mantenimiento y atención al cliente y generalmente no hay grandes costos iniciales. Es también rápido de implementar, normalmente, solo se necesita un navegador web y conexión a internet, y está listo para iniciar, lo que contrasta enormemente con los meses de desarrollo de las soluciones informáticas tradicionales. No se requieren cuantiosas inversiones en infraestructura y la complejidad inherente a la administración de centros de datos, servidores, sistemas operativos, seguridad y respaldos por mencionar los aspectos principales, es administrada por el proveedor de la solución, dejando a los clientes concentrarse en su negocio.
Si bien es cierto que estos beneficios pueden convencer a cualquier organización, para las PYMES abren una nueva etapa de oportunidades.
Todo lo anterior suena muy bien, pero ¿qué implicaciones tiene adoptar el modelo SaaS?
Uno de los conceptos más importantes a tomar en cuenta son los “niveles de servicio”, es decir las reglas estipuladas en un contrato, con que el proveedor deberá cumplir (disponibilidad, velocidad de respuesta, tiempo de atención, capacitación, soporte por email, telefónico, etc.) así como las penalizaciones en caso de incumplimiento. También es necesario considerar que la aplicación está alojada, de manera que da servicio a muchos clientes, lo que implica que muchas empresas pueden hacer uso de la misma infraestructura. Es importante asegurarse de la trayectoria del proveedor en el mercado, para no poner en riesgo la continuidad del negocio, al contratar sistemas críticos para una empresa, con proveedores que pueden desaparecer en el corto plazo.
Las soluciones SaaS pueden agruparse en diversas categorías, entre las que destacan: 1) Soluciones de Back Office (sistemas ERP, Recursos Humanos, Nómina, Contabilidad, etc.); 2) Soluciones de mensajería (gestión de correos electrónicos, tratamiento de SPAM, protección frente a virus, etc.); 3) Aplicaciones CRM para administrar la relación con los clientes y soluciones de integración.
Son muchos los ejemplos de SaaS disponibles en el mercado, desde sitios para crear una tienda virtual como http://www.bigcommerce.com, herramientas para crear comunidades de usuarios como https://getsatisfaction.com/, CRM como http://www.salesforce.com, hasta portales dedicados a la creación, aplicación y análisis de encuestas como http://es.surveymonkey.com/ o http://www.questionpro.com/ o incluso empresas como http://www.zoho.com que cuenta con más de veinte aplicaciones de negocios, colaboración y productividad que vale la pena conocer.
SaaS ha demostrado sus beneficios y esto ha hecho que las grandes organizaciones de todo el mundo lo adopten como estrategia. Una consecuencia inmediata es la extensión del modelo a otras áreas de las TIC, con lo que ha surgido IaaS (Infraestructure as a Service) o PaaS (Platform as a Service). La migración hacia la nube puede explicarse por los ahorros que genera y la gran velocidad de respuesta, en el desarrollo de nuevos proyectos. Actualmente, se crea una empresa y en horas puede tener disponibles servidores y aplicaciones. Las PYMES deben aprender la forma de obtener ventaja de estos servicios, que los ponen en condiciones de mayor igualdad tecnológica frente a sus grandes competidores.
Sin duda, es tiempo de revisar los procesos de negocio. La consultora Gartner predice que las aplicaciones empresariales SaaS pasarán del 10% en 2010 al 14% en 2014, lo que representa un importante aumento de 40%.
*Esta nota se ha tomado de los apuntes del curso Informática para el Turismo de la Licenciatura en Administración Turística de la Universidad Anáhuac*
