Si Patricia se convirtió en el huracán más poderoso de la historia del planeta, su trayectoria también provocó que perdiera fuerza con velocidad inusitada; así es que dos de los destinos turísticos más importantes, Vallarta y Riviera Nayarit, salieron prácticamente ilesos.
Cuenta **Marc Murphy**, director de la Oficina de Visitantes y Convenciones de la Riviera Nayarit, que a las 08:00 de la noche los miembros de la red de autoridades y empresarios que seguían las afectaciones en ese destino se encontraron con una inesperada noticia.
El experto habilitado por el estado de Nayarit para mantenerse en contacto con el Servicio Meteorológico Mexicano daba cuenta de que el huracán había entrado al continente 150 kilómetros al sur de lo previsto y que, al internarse por las montañas y la selva, estaba perdiendo su enorme poder.
**Enrique de la Madrid**, secretario de Turismo, a quien el presidente **Enrique Peña** responsabilizó de coordinar en Nayarit la ayuda gubernamental tras el paso del huracán, realizó un primer recorrido por las calles a las 09:00 de la noche para encontrarse con que todo estaba fundamentalmente bien.
**De la Madrid** estuvo el año pasado en Los Cabos después del paso del huracán Odile y pudo establecer una comparación con lo ocurrido en aquel destino, donde hubo hoteles impactados, vialidades destruidas, el servicio eléctrico destrozado y miles de casas inundadas.
El sábado, desde las primeras horas del día, el aeropuerto de Puerto Vallarta entró en operación y el titular de Turismo declaraba en los medios que todo estaba listo, desde ese momento, para recibir de nuevo a los viajeros. Una situación realmente afortunada.
Vallarta-Riviera Nayarit tiene sus temporadas altas muy claramente definidas y la primera comienza precisamente en octubre y termina en marzo, donde hay una afluencia marcada de los viajeros de Canadá y Estados Unidos.
De hecho, Puerto Vallarta es el segundo destino más atractivo para los canadienses en México y es en estos meses cuando más ingresan las divisas.
El otro pico es en la temporada de verano, de junio hasta agosto, con una presencia mayor de viajeros mexicanos.
Vallarta-Riviera Nayarit había sido la dupla de destinos mexicanos más beneficiada, debido al problema que sufrió Los Cabos tras el impacto del huracán Odile.
Debido a la llegada de los viajeros que no fueron a Los Cabos y a la paulatina recuperación de la conectividad aérea, pues ningún otro destino de playa sufrió tanto tras la quiebra de Mexicana, Vallarta está reportando este 2015 el mejor año para el turismo de toda su historia.
Un panorama que permitirá el surgimiento de nuevos proyectos de inversiones y que ayudará a que el turismo de la región siga creciendo; un escenario que hubiera podido modificarse radicalmente si la trayectoria de Patricia hubiera sido la prevista.
El huracán perdonó a estos destinos y este es un hecho que debe celebrar el sector turístico mexicano en su conjunto, pues al inicio de su temporada alta de invierno las condiciones están puestas para que logre cerrar el año muy bien.
