Una secretaría de Estado sin los recursos del Bancomext

 
Redacción
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En la comida de fin de año a la que asistieron **Enrique de la Madrid**, secretario de Turismo, y sus colegas de los estados, el funcionario federal les dijo que en este 2016 el presupuesto para el Programa de Desarrollo de los Pueblos Mágicos (Prodermágico) será inferior a los mil 800 millones de pesos.



“Antes en Bancomext eso valía un solo crédito para construir un hotel, pero ni modo, con esto hay que trabajar”, comentó, mientras sus colegas de los estados reían.

El hecho es que esa bolsa incluye algunos cambios importantes que repercutirán en lo que se haga desde el Poder Ejecutivo para apoyar al turismo en 2016.

El más relevante es que estos fondos, que deben ser empatados por los gobiernos estatales para conformar una bolsa total de unos tres mil 600 millones de pesos, podrán ser invertidos sin piso ni techo en infraestructura, equipamiento y capacitación.

Este último aspecto ha sido recibido con entusiasmo en varios estados, pues a partir de 2014 dejó de existir la bolsa como tal para capacitación turística después de la reestructura de la Sectur, que diseñó la empresa de consultoría de Óscar Espinosa Villarreal.

De hecho así operaba la dependencia antes de que llegaran los gobiernos panistas, pero resultó un cambio positivo, pues de los escasos tres o cuatro millones de pesos que destinaba la Sectur antes de 2000 a este aspecto, llegó a representar unos 160 millones de pesos.

La capacitación es crucial para el desarrollo de la actividad turística y no es descabellado pensar que, en este 2016, aproximadamente 4% de los ya referidos mil 800 millones irán a capacitación; es decir, un poco más de 70 millones que podrían ser clave para varios destinos.

Un ejemplo evidente es Los Cabos, donde, después del huracán Odile, y dado el éxodo que ello provocó de trabajadores; hay una necesidad evidente para capacitar no sólo a los que se han incorporado recientemente a los hoteles, sino a los que llegarán para las próximas aperturas.

**DIVISADERO**

Turismo social. Aunque el presidente **Enrique Peña** dijo, en aquel primer discurso con el tema turístico de su administración, en la Cruz de Huanacaxtle, en febrero de 2013, que el turismo social era un compromiso de su administración, hoy el asunto está muy rezagado.

Incluso se notó cierto entusiasmo cuando el empresario **Daniel Chávez**, presidente de Grupo Vidanta, dijo a finales de 2014, frente a Peña que él quería apoyar con cuartos-noche este proyecto.

Hasta ahora no se ha presentado un plan articulado y el tema no es nada fácil de articular, si es que se pretende su trascendencia sexenal.

Es cierto, se trata de validar el derecho para que todos los mexicanos puedan viajar; pero también para impulsar numerosos destinos para que puedan encontrar un nicho rentable en los jóvenes y los adultos mayores.

No hay que inventar el hilo negro para identificar las fórmulas viables; pero la situación se complica en un año en donde los presupuestos seguirán siendo particularmente limitados.



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