Una Odisea mexicana como producto turístico

 
Carlos Velázquez
hrs.

Evidentemente Alejandro Nasta, director del Consejo de Inversionistas de Odisea México, no se aburre al comenzar un negocio.



Sí para abrir el Acuario Inbursa, que ya recibe casi un millón de visitantes al año, se lanzó a conocer los principales museos marinos del mundo; su más reciente odisea lo llevó a sobrevolar en helicóptero sitios icónicos de México.

Esto para acompañar al camarógrafo alemán que grabó las imágenes que formarán parte de esta experiencia.

Ubicado en el primer piso de la concurrida Plaza Carso, Odisea México abrirá sus puertas la próxima semana para invitar a los visitantes a descubrir las tradiciones nacionales.

Si Miguel Quintana Pali y sus socios los hermanos Constandse hicieron de Xcaret un imperio de parques y hoteles en torno a la cultura mexicana; Nasta quiere exhibir de forma de exhibición el mismo tema.

En alrededor de hora y media, los visitantes podrán comerse un algodón de azúcar; unos churros con chocolate; visitar una peluquería y ver un corto de Cantinflas practicando el oficio de barbero; disfrutar de Tin Tan; tomarse una foto en una réplica del barril donde vivía El Chavo o reconocer a artistas como Rufino Tamayo y Frida Khalo.

También adentrarse en una cocina de barrio;toparse con una taquería en un país cuyoshabitantes consumen en promedio 60 kilos de tortillas al año; entrar a un salón poblado de alebrijes y dar un paseo en un tren por variosrincones de México.

Si la tecnología está presente en muchos espacios, en una segunda etapa planean un sobrevuelo por sitios como las cascadas de Agua Azul, el arco de piedra de Los Cabos y muchos otros.

Para eso fueron los viajes en helicóptero y Nasta contó la historia de que al camarógrafo alemán no le interesó el arco de San Lucas, así es que tomó una imagen de un costado de la roca y tuvo que repetir la escena.

El empresario evitó revelar el monto de la inversión y se limitó a decir que fueron varios cientos de millones de pesos y que la capacidad será de unas 4000 personas diarias.

Sin proponérselo, Odisea México le dará la puntilla al llamado Punto México, que está en la parte baja del edificio de la Secretaría de Turismo en Masaryk.

Ese espacio fue abierto en la administración pasada para exponer las artesanías de diversas entidades federativas, pero su pobre ejecución derivó en que la afluencia sea mínima.

Los socios de Odisea México no fueron a tocar la puerta del ejército para hacer una réplica del Tren Maya o de Mexicana, la aerolínea de las fuerzas armadas.

Pero hace seis semanas le presentaron el proyecto a Josefina Rodríguez, la titular de Turismo, y tras validarlo en la presidenciapromovió una reunión con la Unión de Secretarios Estatales de Turismo, que preside Bernardo Cueto.

Ahora los estados acordaron turnarsemensualmente la exposición y venta de artículos locales, en un sitio donde se espera una gran afluencia de visitantes.

Nasta ve su “odisea” como un negocio a largo plazo, quiere reinvertir las ganancias y abrirotras experiencias similares en México y el extranjero, seguramente empezando por España.

La última palabra la tendrá el mercado; pero en un país plagado de noticas violentas espositivo poner de relieve algunas de las tradiciones y manifestaciones culturales queconvirtieron a México en uno de los países más populares.



hrs.

Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

Notas relacionadas
Ir a la barra de herramientas