**Carlos Mackinlay**, secretario de Turismo de la Ciudad de México, tiene un estilo cortés de relacionarse con las autoridades federales, aunque no por ello ha dejado de señalar algunos problemas que existen en dicha interacción.
Hace unos días, en el evento de la Conferencia Nacional de Gobernadores, en Acapulco, hizo una crítica en dos vertientes respecto a temas cruciales para el turismo.
Desde su perspectiva, ha habido un manejo político o al menos no con toda la solidez técnica deseable en la canalización de los recursos públicos con los que cuenta el turismo.
Se trata de las inversiones para impulsar la marca México y los destinos nacionales, a cargo del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), cuyo director general adjunto es Rodolfo López Negrete.
Así como en el ejercicio de los recursos de participación estatal, a través de los cuales la Secretaría de Turismo, con **Gloria Guevara** a la cabeza, impulsa el desarrollo de obras de infraestructura.
En el caso de la promoción, la política ha influido en la contratación de los medios que ha privilegiado el CPTM para ofrecerlos a través de sus esquema cooperativos.
Mientras que en los proyectos de infraestructura han pesado la buena o mala relación entre la Sectur y los distintos gobiernos locales.
Sin duda aquí hay un área de oportunidad para cambiar en el futuro próximo las reglas del juego, pues deberían existir criterios más estrictos para determinar técnicamente el destino de los recursos que se canalizan al turismo vía los impuestos y el Derecho de No Inmigrante (DNI).
#Divisadero
Presupuesto. Precisamente **Carlos Joaquín**, coordinador de Turismo en el equipo de transición del presidente electo **Enrique Peña Nieto**, puede tener un papel importante en este periodo para contribuir a que en 2013 haya un incremento en los recursos públicos para el turismo.
Como presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados, él mantuvo siempre una posición de búsqueda de fondos crecientes para atender las necesidades de este sector y ahora podrá tener la oportunidad de ver este aspecto desde el lado del próximo ejecutivo.
Por cierto, Joaquín asegura que si bien hay que tener metas altas sobre lo que pasará con el turismo en México en el futuro, también es necesario revisar las cifras que ha impulsado como meta la administración actual.
Si se quiere crecer a 15% al año y llegar al quinto receptor de turistas internacionales para 2018, sencillamente habría que contar con un plan de desarrollo de infraestructura más agresivo que el de la ciudad más impetuosa de China.
Así es que no sólo habrá que hacer las cuentas con más cuidado, sino comunicar este tema de manera convincente.
Por lo pronto, será hoy jueves cuando Joaquín entrará en contacto con Guevara y su equipo.
