Un Tianguis sin discursos ni besamanos

 
Carlos Velázquez
hrs.

Acapulco. Un ejecutivo de una aerolínea, quien no puede hablar del tema ni a título personal ni de su empresa, propuso lo siguiente a su regreso del Tianguis Turístico (TT):



“¿Sabes qué puede ser un gran tema de innovación, avance y de vender a México como se debe? Quitarle el TT al gobierno y que lo organice la IP y que ellos participen como responsables regulatorios y promotores y dejar que los eventos sean un aplausómetro político de basura.

“Se podría armar una bolsa de iniciativa privada más gobierno, pero que los protagonistas sean los actores de la industria turística, toda la cadena de valor y que el gobierno sea un invitado.

“Que los Tianguis no sean una pasarela política sino una verdadera semana de vender México y que no la mitad de la agenda sean los paseos de secretarios, gobernadores, con su zona vip y el aplausómetro.

“Hacer de la promoción turística un vehículo de la promoción gubernamental y organización de la burocracia no es papel del Estado.

“El Estado debe ser regulador, facilitador, no organizador de eventos ni de pasarelas; eso la ip lo sabe hacer muy bien y sabe usar los recursos de manera rápida, ágil, eficiente y transparente.

“Eso no demerita a los gobiernos si hacen su papel correctamente; pero los reflectores deben apuntar primero a lo que deja y luego a lo que apendeja. Dejaría de ser el TT que parece fiesta privada y familiar de un secretario al que todos tienen que irle a besar la mano cuando su aportación es cero.

“¿Qué tal que la estafeta se pase a la ip por primera vez en la CDMX y que el gobierno tenga una silla, pero no el trono?

“El TT debería ser un palacio ocupado no por un rey, sino por el pueblo sabio llamado ip que sí sabe vender México”.

La idea de este ejecutivo, como todas, es perfectible; en el pasado varias ferias turísticas organizadas por la IP en México terminaron en falta de continuidad y fracaso.

Pero ciertamente el gobierno federal aporta cada vez menos a estos eventos, aunque se mantienen las fórmulas vetustas de los discursos y los acuerdos no vinculantes que llevan a ningún lado.

Así como el gobierno de López Obrador tomó decisiones equivocadas como cerrar el Consejo de Promoción Turística, que por cierto tenía entre sus funciones organizar e invertir en el TT; un paso consecuente sería acotar la parte política y alentar el negocio y la discusión de fondo sobre los temas del sector.

A la feria de turismo de Londres (WTTC), no va la reina ni el primer ministro (bueno a Acapulco no vino el presidente); simplemente inicia el evento con un corte del listón y hay un evento paralelo, de alto nivel, donde empresarios, académicos y líderes globales analizan los temas de fondo del turismo.

En Fitur pasa más o menos lo mismo, con la excepción de que el rey sí se da una vuelta por los pabellones para que le tomen fotos.

El resultado neto es que hay un ahorro de recursos materiales y de tiempo, que es la otra parte de la moneda de un gobierno que no invierte en un evento sobre turismo. Aquí está la propuesta de este ejecutivo, que se podría resumir en “menos rollo y más resultados”.



hrs.

Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

Notas relacionadas
Ir a la barra de herramientas