Unas horas antes de que entregara el poder, Felipe Calderón firmó la Declaratoria de zona arqueológica de Las Labradas, sitio ubicado a 50 kilómetros al norte de Mazatlán.
El lugar es de una belleza notable, una playa poblada de piedras de origen volcánico sobre las cuales los primeros pobladores de Sinaloa tallaron decenas de dibujos producto de la más notable imaginación humana.
La magia de este lugar parte no sólo de esta manifestación estética primigenia, sino de su conservación, no obstante el rompimiento de las olas sobre ellas durante miles de años.
Ahí hay un pequeño museo de sitio que sirve como preámbulo para recorrer la gran “sala” al aire libre sobre la arena y con el ruido de las olas, a manera de “efectos especiales”.
En la última semana de diciembre Joel Santos Ramírez, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), formalizó el descubrimiento de un sitio de la época Arcaica, donde hallaron 60 puntas de proyectil, cuya antigüedad se estima entre 2500-1000 a.C.
Se trata de un lugar próximo a Las Labradas y es la presencia humana más antigua que se ha localizado en Sinaloa, cuyos objetos encontrados “cambiarán las cronologías sobre la antigüedad de ocupaciones del hombre en el noroccidente del país”, según informó el especialista.
“Los vestigios en dicho lugar —denominado La Flor del Océano— son anteriores al inicio de la agricultura y al uso de la cerámica en diversas regiones del continente americano; además forman parte de una tecnología rudimentaria que se ha registrado en el suroeste de Estados Unidos y en sitios tempranos de Mesoamérica, como Tehuacán, en Puebla, y en el desierto de Sonora, Durango y Coahuila.”
El descubrimiento atrajo la atención del algunos medios internacionales y Oralia Rice, secretaria de Turismo de Sinaloa, está planeando para este año un gran esfuerzo de promoción para convertir estos hallazgos culturales en un nuevo motivo para visitar el estado.
De hecho durante el equinoccio de primavera pretende hacer un gran evento con la presencia del cantante Andrea Bocelli y algunos arqueólogos de primera línea a escala mundial.
El sueño de Rice es convertir a este sito en algo así como el Tulum de Sinaloa, que apoye en esa entidad el concepto de “multidestino” que soporta el éxito de Quintana Roo.
Su reto es hacer un esfuerzo en función del verdadero potencial que tiene este lugar, pues son indeseables tanto el exceso como la falta de recursos públicos.
Las Labradas no tienen la espectacularidad de Chichén Itzá, Teotihuacán o Palenque y no serán por sí el motivo principal para que millones viajen a Sinaloa; en cambio, pueden ser determinante para ampliar el gasto, la estancia promedio y enriquecer la experiencia de viajes por ese estado.