La decisión del gobierno mexicano de mantener las fronteras abiertas durante lo más álgido de la pandemia del Covid-19, también ha tenido algunos efectos positivos para la Ciudad de México.
La semana pasada Ignacio Gómez, director comercial de Grupo Brisas, decía que no sólo hay más interés de los extranjeros por disfrutar de los atractivos turísticos de la Ciudad de México, sino que incluso se observa un cambio de patrón con mayores ocupaciones los fines de semana.
Ya no digamos en un evento “tan fifí”, como calificó Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la CDMX, al Gran Premio de la Fórmula Uno que abarrotará los establecimiento de hospedaje el próximo fin de semana.
Lo que no muchos saben es que en el proyecto del i421 Live District, que dirige el también inversionista Marcos Sacal, iba a tener un hotel Wyndham Grand, pero precisamente por este renovado interés por los atractivos de la CDMX, cambiaron por una mezcla de marcas.
El proyecto que está soportado en una inversión de 150 millones de dólares y apalancado con un crédito de Bancomext; tendrá en total 400 habitaciones y suites de las marcas Mondrian, de Accore, y Andaz de Hyatt.
Según Sacal la razón de fondo para hacerlo fue que el Grupo Murano, como se llama su organización, cree en la diversificación y consideró que dos plataformas de reservaciones y dos conceptos que apuntan al estilo de vida, lograrán sinergias y ocupaciones interesantes.
El hospedaje es sólo una de las “anclas” de este negocio, pues también tendrá una oferta de establecimientos de consumo, eventos y compartirá entre ambos hoteles sus salones para convenciones.
Además este grupo sigue adelante con la construcción de Grand Island, en Cancún.
Sacal consideró que todas las críticas que aparecieron en algunos medios sobre las supuestas violaciones a las reglas medioambientales no fueron más que “golpeteo”.
Por lo pronto el i421, ubicado en la esquina de Insurgentes y Aguascalientes, está rescatando el Conjunto Aristos del arquitecto José Luis Benlliure Galán, que en la década de los sesenta del siglo pasado fue un espacio vanguardista en la capital.
El terremoto de septiembre de 2017 puso en duda su viabilidad, pero ahora con esta inversión se prepara para iniciar la segunda etapa de su vida.
Divisadero
Viene el invierno. Pethr Luther, director de Turismo de la República Checa en Latinoamérica, cuenta que las autoridades de su país están pidiendo a los habitantes de ese país no subir las calefacciones a más de 18 grados Celsius en el invierno y ponerse doble suéter, pues la guerra que le declaró Rusia a Ucrania tendrá consecuencias energéticas terribles.
Los rusos dotan de combustible y electricidad al centro de Europa y ahora tratar de sustituirlo ha provocado que nada más en República Checa los precios estén aumentando dos veces para el consumidor, pues el impacto adicional lo absorberá el gobierno.
Jesús Almaguer, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, dijo que esta situación abrirá oportunidades en este invierno a los destinos del Caribe Mexicano, aunque dependerá en gran medida de la conectividad aérea adicional, incluyendo charters, que se consiga sumar al final de este año y el principio del que viene.
Con buenos paquetes, alemanes, polacos y checos podrían gastar menos asoléandose en Cancún que guardados en sus casas a 18 grados, como si fueran botellas de “vino tinto”.