Hace seis años, cuando Miguel Torruco fue designado secretario de Turismo por el presidente López Obrador, invitó a Enrique de la Madrid, el secretario saliente, a platicar con él a su casa.
Después de escuchar las memoriosas y aburridas historias de Torruco, el priísta le ofreció apoyo total para la entrega–recepción y se tomaron una foto, difundida en redes sociales.
Luego inició el proceso con un encuentro en las oficinas de la dependencia en Polanco, con De la Madrid y los subsecretarios Tere Solís y Gerardo Corona; Héctor Flores Santana, como titular del Consejo de Promoción Turística(CPTM); Miguel Alonso, de Fonatur y Mario Aguilar, titular de administración.
A Torruco lo acompañaron Gabriela Cámara, quien dirigiría el CPTM antes de que él mismo torpedeara el organismo; Rogelio Jiménez Pons, quien iría a Fonatur y HumbertoHernández Hadad.
Cada uno de los funcionarios salientes hizo una breve exposición de los temas de las oficinas a su cargo; Torruco mostró poco interés, pues escuetamente comentó que le dejaran los documentos para revisarlos después.
Lo que sucedió este martes 6 de agosto fue distinto, pues Torruco recibió en su oficina a Josefina Rodríguez, la nueva titular de Turismo designada por la presidenta Claudia Sheinbaum, y no permitió la entrada de los colaboradores que la acompañaban.
Después de 45 minutos, la condujo a una segunda oficina en donde estaba Juan Enrique Suárez del Real Tostado (JESRT), el secretario de Turismo de Nayarit y presidente de la Unión de Secretarios Estatales de Turismo (Asetur), donde tuvieron otro encuentro (¿o desencuentro?).
Para decirlo escuetamente, la temperatura de las pláticas fue muy fría y para no entrar en detalles, hoy se puede anticipar que el proceso de entrega-recepción será atípico, raro o extraño.
Las leyes prevén cómo se deben llevar a cabo estos procesos y las atribuciones que tienen los nuevos funcionarios, para nombrar a sus colaboradores de confianza.
Respecto a los aspectos presupuestarios, hay que esperar el ámbito programático para 2025 y revisar la Ley de Responsabilidad Hacendaria.
Y en términos políticos será interesante conocer los alcances de una Asetur, que nunca ha pagado impuestos.
Recuerdo aquella cena, muy mala, por cierto, amenizada por Ana Torroja en el pasado Tianguis de Acapulco.
Antes de que cantara la histórica reina del pop español, Torruco profirió otro de sus discursos envenenados contra quienes no le aplaudieron lo inaplaudible y dijo que le había encargado a JESRT que publicara un libro con todas sus hazañas al frente de Sectur, cuya épica haría palidecer a la de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.
En la truculenta mente del todavía titular de Sectur, JESRT sería su sucesor y Rodríguez la próxima presidenta de Asetur; pero resulta que se volteó “el chirrión por el palito” y pronto ni legal ni políticamente tendría espacio para influir en el futuro de esta actividad.
En lo inmediato, Torruco irá el miércoles a Tijuana para instalar los comités para el Tianguis Turístico 2025, que coordinará Saúl Acona, y luego tiene pendiente otra etapa desu Ego Tour ahora por el Báltico.
Realmente es seguir jugando con fuego ir a promover las playas mexicanas a Rusia, país repudiado por la comunidad internacional.
Así van las cosas y veremos si la transición nutrirá todavía más el relato de un niño berrinchudo al que dos señoras le quitaron su pelota.