Turquía-México, visiones turísticas opuestas para salir del Covid-19

 
Carlos Velázquez
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Ankara.  Si la amabilidad, el gusto por lo picante y las ganas de divertirse son comunes entre turcos y mexicanos; no hay formas más distintas de enfocar la recuperación turística por la pandemia del Covid-19 que las elegidas por estos países.



Recep Tayyip Erdogan, presidente turco, acuñó la frase: “con el prestigio no se ahorra”; así es que cuando viaja al extranjero lo hace con todo y su auto blindado.

Por tanto no fue extraño ver llegar a su oficina a Mehmet Nuri Ersoy, ministro de Turismo, a bordo de un elegante auto negro con tres coches de escoltas.

Nuri es un exitoso empresario turístico, dueño de la principal operadora mayorista para el mercado alemán, propietario de aviones y hoteles quien, en conferencia de prensa con seis periodistas mexicanos, aseguró que para 2022 habrán recuperado los viajeros que perdieron por la pandemia.

Con ello, estimó, Turquía refrendará su posición como sexto país más visitado y estará arriba de México.

Una empresa privada ejecuta la estrategia de promoción tradicional y digital, esta última con un alto grado de segmentación hacia sus principales mercados que son Rusia, Alemania y China.

Además cuentan con el aeropuerto de Estambul, el más moderno de Europa.

Desde que Turquía se abrió nuevamente al turismo en noviembre, el número de contagios de Covid-19 se triplicó; pero Nuri aseguró que en todos los establecimientos con certificación biosanitaria el número de contagios “prácticamente se ha reducido a cero”.

Además desde la semana pasada el gobierno de Erdogan autorizó que los trabajadores del turismo fueran prioritarios para la vacunación.

También ha otorgado subsidios para los trabajadores y empresas y reducciones temporales de impuestos.

Y está reactivando dos mega proyectos de inversión turística en destinos de playa, que están abiertos para la inversión extranjera.

México es para Turquía un mercado emergente con 60 mil turistas previstos este año (.002% del total en 2019); pero con potencial por su conectividad aérea con Turkish Airlines.

Por ello confió que en el futuro aumentarán frecuencias y de diciembre a la fecha ya pasaron de tres a cuatro a la semana, lo que permitirá mayor intercambio de viajeros.

Nuri tampoco está exento de la ira de las redes sociales, terminada la reunión y luego de que su equipo la tuiteara; un “turistero” turco reclamó:

¿Para qué está perdiendo el tiempo con los mexicanos?, los rusos están cerrados, póngase a hacer su trabajo…

En esta época, nadie está a gusto con nada.

Divisadero

Relajado. José Luis Martínez, el embajador de México en Turquía, vive en otro plano.

Semanas antes presentó un informe en el que dijo que no es momento para viajar a Turquía debido a la pandemia, lo que contraviene la política de fronteras abiertas del gobierno del presidente López Obrador.

Al ser interrogado sobre el tema dijo a este espacio que ya no hay problema, pues la situación ha cambiado.

Y dado que no hay recursos públicos para la promoción turística, confesó estarse apoyando en lo que buenamente le da Turkish Airlines y ejecutando algunas actividades culturales como inaugurar un mural.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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