Turissste, otro final inusitado

 
Carlos Velázquez
hrs.

Turismo del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Turissste), que este mes dejó de ser un órgano desconcentrado del ISSSTE,  cuyo titular es Luis Antonio Ramírez; es un ejemplo de las distorsiones que puede generar un gobierno en la economía.

Sin remontarnos a sus orígenes con Luis Echeverría, un fanático del intervencionismo de Estado; en el tiempo de Felipe Calderón, una de sus colaboradoras estrella, Patricia Flores Elizondo, se volvió titular de facto del organismo.



Resulta que esta red de agencias de viajes, amparadas en un artículo de la Ley de Adquisiciones, se consolidó como un monopolio que le vendía los servicios de viaje a las principales dependencias públicas, sin que mediaran licitaciones.

Algo como lo que pasó con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), cuando se convirtió en constructor de escuelas y hospitales porque entre entidades públicas no hay que licitar.

El volumen de negocio fue tan importante, que Turissste también fue una “caja chica no muy grande” de la Presidencia, éxito propio de una empresa con un mercado para ella sola y donde fija los precios.

Dirigir una empresa así parecería ser un sueño pero, obvio, no reinvirtieron ni un peso de lo ganado y Turissste se convirtió en una cadena de agencias de viajes reumática y anquilosada.

Este mes el Sistema de Agencias Turísticas Turissste terminó como un apéndice de la Dirección de Prestaciones Económicas, Sociales y Culturales del ISSSTE.

Pero además, Turissste perdió una demanda por más de 600 millones de pesos frente a un grupo de empresas: Viajes Premier, de Junior Jorge Hernández; Artmex Viajes de Norman López y Hotel Convention de Sharon López.

Al inicio del sexenio pasado llegó a la dirección general de Turissste Juan Carlos Arnau, quien impulsó un modelo de turismo social que no recibió el apoyo previsto; aunque la paraestatal mantuvo su monopolio de los viajes burocráticos.

Con Enrique Peña Turissste no tuvo ni el tamaño, ni el personal, ni los recursos para operar un volumen de viajes enorme; así es que empezó a subcontratar agencias privadas para que hicieran la tarea.

Ya sin Arnau, Turissste tuvo indirectamente un quebranto con la Secretaría de Seguridad, que en realidad recayó en la agencias privadas que hicieron frente al costo financiero generado por la falta de pagos.

Al cierre del ejercicio pasado Seguridad liquidó sus adeudos, pero las tres compañías privadas referidas siguen sin cobrar aunque ya cuentan con un fallo judicial a su favor.

Además nadie sabe cómo viajarán en el futuro los funcionarios públicos, pues en este momento los contratos vigentes de las agencias que ya operaban directamente, es decir sin Turissste, se ampliaron 20% es decir por unos meses.

Será la súper Oficial Mayor de Hacienda, Raquel Buenrostro, quien fijará las nuevas reglas lo que puede provocar otro “cuello de botella”.

Con la lentitud que está ejerciendo el gasto, un escenario es que todos los servidores públicos sigan a López Obrador y como el presidente tengan que viajar en sus coches.



hrs.

Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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