Rogelio Jiménez Pons, próximo director general de Fonatur, sabe sobre la gran inquietud que ha generado el escenario de que todos los recursos del Derecho de No Residente se vayan al Tren Maya.
Sin embargo sostiene que la puesta del equipo entrante es revertir una situación en donde el gasto corriente del gobierno federal se encuentra en niveles máximos; mientras que la inversión en infraestructura está en niveles mínimos.
También asegura que Miguel Torruco, próximo titular de Turismo, es un gran defensor de la promoción y que ciertamente habrá recursos para este fin; pero no en los montos actuales y que además se lograrán ahorros relevantes a través del trabajo que hará la cancillería para la promoción turística de México.
Aunque enunciado así parece tener lógica, la realidad es que los recursos que se ahorrarían cerrando las oficinas de México en el exterior serán mucho menores (alrededor del 1%) respecto al monto de alrededor de 7000 millones de pesos al año que se piensan canalizar al tren Maya.
Hace unos días en una reunión con empresarios en el hotel Secrets de Playa Mujeres, Jiménez Pons dijo que había que pensar más en el tren en función del desarrollo social que llevará a cinco estados del sureste mexicano, que en términos del negocio turístico.
Aunque el turismo será un componente que le dará rentabilidad, sobre todo en algunos tramos de la región, aseguró que la obra comenzará por Palenque utilizando el tramo de vía férrea que ya existe hasta Yucatán, aunque habrá que modernizarlo.
Aseguró también que su equipo y él “rascaron fondos” para preparar el proyecto original con información disponible; pero que en las últimas semanas se está haciendo con recursos aportados por los gobernadores de los cinco estados que participaran es decir Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas.
Faltan muchas definiciones respecto a este proyecto, pero también es evidente que la rentabilidad turística está planteada sobre todo de Cancún a Tulum, porque es llevar desarrollo a través de la conectividad ferroviaria.
Algo que evoca a las medidas que se tomaron en el largo régimen de Porfirio Díaz.
Divisadero
Logo. Vaya lío que se está armando después de que Claudia Scheinbaun, próxima Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, anunció ayer que Israel Hernández Ruiz era el ganador del concurso para definir la nueva imagen institucional de la Ciudad de México.
El diseñador se hizo acreedor a un premio de alrededor de 150 mil pesos, pero minutos después comenzaron a aparecer comentarios en las redes sociales en donde se encontraba que el logo era muy parecido al del grupo de rock regiomontano Neural FX.
Lo curioso del caso fue que durante 15 días el logo ganador estuvo junto con muchos otros en la página de Sheinbaum y que, de hecho, así se identificaron algunos otros que parecían haber sido plagiados.
Sin duda es interesante saber si realmente hubo plagio o si alguien vio la oportunidad de machucar al equipo de Sheinbaum con los “dedos en la puerta”.