Torruco Jr. y las redes sociales

 
Alonso Gordoa
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Desde que emparentó políticamente con Carlos Slim Helú, presidente de Grupo Carso, a Miguel Torruco Marqués le han inventado todo tipo de historias que tienen que ver más con la imaginación que con
hechos reales.



Hasta ahora no hay un negocio en marcha entre el ex dirigente de la Confederación Nacional Turística (CNT) y el empresario más rico del mundo.

Sin embargo, la imaginación es prolífica y, durante la reciente campaña presidencial, su hijo, quien se llama también Miguel Torruco, resultó envuelto en una historia divertida.

O al menos así le pareció al principio, porque después incluso tuvo que aguantar varios insultos en esos medios que hoy marcan el pulso de muchos: las redes sociales.

Torruco Jr. es un boxeador amateur, además de que a los 24 años está cursando el último semestre de su carrera en la Universidad Iberoamericana.

Cuando su padre aceptó la invitación de Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de las izquierdas, para acompañarlo en su campaña con la oferta de que sería secretario de Turismo en caso de que ganara, su hijo se interesó por conocer más acerca del político tabasqueño.

Luego decidió apoyarlo en su campaña y le puso su cinturón de boxeador, con el que ganó algunos combates, el logotipo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que impulsó a López Obrador.

Según su versión, el día en que Enrique Peña Nieto, candidato priista, acudió a la Iberoamericana, él se acercó a verlo cuando ocurrió aquel episodio de los gritos en su contra que derivó más tarde en el movimiento #YoSoy132.

Algún compañero simpatizante del candidato lo reconoció y después apareció por allí un elemento del equipo de seguridad de Peña, quien lo siguió hasta que el ahora ganador de las elecciones se fue en su camioneta.

Estaban Torruco padre e hijo en Cuernavaca, cuando aparecieron los primeros comentarios en las redes sociales acusando al joven de comandar el movimiento #YoSoy132.

La historia creció y Torruco Jr. prefirió no participar en ninguno de los mítines y marchas del 132, para no “echarle leña al fuego”.

Sin embargo, a su padre incluso se le acusó de haber financiado máscaras de Carlos Salinas por valor de 20 millones de pesos; quienes lo conocen saben que, de entrada, no es cierto, porque es muy cuidadoso
con su dinero.

El asunto quedó allí y Torruco Jr. espera terminar su carrera para incursionar en el mundo de los negocios.

Mientras tanto, su padre, después de que regrese de un viaje con su esposa, dice que fundará un Observatorio Turístico para generar información estadística que siga puntualmente el desempeño de este sector.



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