Torruco, el capitán de un barco que ya se retiró

 
Carlos Velázquez
hrs.

Judith Guerra, directora general de Consolid y presidenta del Grupo Mexicano de Agencias de Viajes y Asociaciones Turísticas (GMA), visitó a Miguel Torruco, titular de Turismo federal, y salió de su oficina con una encomienda que no había ido a buscar.



Cuando platicaron sobre cómo hacer un Tianguis Turístico exitoso el próximo año en la Ciudad de México, ella refirió la importancia de que vinieran compradores de calidad y Torruco la responsabilizó de que generara una lista de 450 personas.

Guerra es una veterana del turismo, ex directora de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y líder de una empresa que hace alianzas con las agencias de viajes, para negociar mejores comisiones frente a aerolíneas y otras compañías.

Así es que en las últimas semanas ha estado en contacto con especialistas de diversos mercados, muchos ex colaboradores del Consejo de Promoción Turística de México, para armar la lista mencionada.

El compromiso es que serán invitados por la Ciudad de México y el gobierno mexicano, supuestamente con boletos de avión y hotel pagados.

Cuando Guerra le hizo otras propuestas a Torruco, el funcionario argumentó limitaciones presupuestales; por lo que ella le planteó cancelar la “comida de capitanes de la industria” y usar ese dinero en actividades más rentables.

Torruco rechazó la propuesta, de hecho le dijo que pensaba hacer una cena de manteles largos que sería algo así como el gran evento de la feria.

En este contexto vale la pena reflexionar sobre la relevancia de ese encuentro social, en un mundo turístico que ya cambió.

Una cena que no sólo carece de sentido sino que, por lo visto el año pasado, se está convirtiendo en la fiesta del “Club de Tobi-Torruco”, para rendirse pleitesía a sí mismo.

Desde que el Tianguis nació y hasta hace unos años, había algunos dueños de aerolíneas y directores de touroperadoras y mayoristas que definían el negocio del turismo hacia México.

Era el tiempo en que personajes como John Mullen, el CEO de Apple Vacations, o Bill Lamacchia, el capitán de Mark Travel, llegaban al Tianguis, firmaban grandes negociaciones con aerolíneas y cadenas hoteleras y acudían a la “comida de capitanes de la industria”, en donde estuvo varias veces el presidente de México en turno.

Hoy las ventas están mucho más fragmentadas, pues además de los tour operadores, están las cada vez más poderosas Agencias de Viajes por Internet (OTA) y los clubes vacacionales de las cadenas hoteleras.

Adicionalmente, como nos compartió uno de los principales especialistas en este mercado, todos los hoteles están invirtiendo mucho en incrementar las ventas por canales directos sin tour operadores y sin intermediarios.

El Tianguis es un evento para intermediarios y, por tanto, es progresivamente menos relevante que en el pasado.

Además la falta de recursos para la promoción de México, ha desanimado mucho la participación de los destinos y ello provoca menos interés de los medios y proveedores que se reunían en torno al Tianguis.

Si hubiera abundancia de fondos públicos, no sería tan enjuiciable hacer una cena para que los cuates que le quedan a Torruco le aplaudan.

Lo malo es que él sigue respondiendo a un mundo turístico que ya cambió, con herramientas obsoletas como una cena que no conmueve a nadie o sus “operaciones tocapuertas”, como le dice a esos paseos en los que incluye países económicamente irrelevantes, tal y como pasó este año cuando visitó Belice.



hrs.

Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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