Sustentabilidad y no un hotel de lujo, bien a proteger en Nizuc

 
Carlos Velázquez
hrs.

CANCÚN.



Si desde la perspectiva del municipio de Cancún-Benito Juárez, Hoteles Ríu, de Carmen Ríu, cumplió con todos los requisitos para iniciar la construcción del hotel Riviera Cancún en Punta Nizuc, en realidad hay un juicio pendiente de resolución.

Si bien los amparos en contra de la autorización ambiental están sobreseídos, es decir, jurídicamente muertos, hay una resolución de la Sala Constitucional, del 18 de diciembre pasado, que se sigue litigando.

La controversia proviene de Promotora Punta Nizuc y está en la Sala Especializada en Materia Ambiental y de Regulación del Tribunal Federal de Justicia Administrativa.

Y aunque el gobierno estatal de Carlos Joaquín González no ha entrado al tema, el proyecto tampoco ha sido aprobado por el Instituto de Impacto y Riesgo Ambiental (Inira).

Sin embargo, Remberto Estrada, presidente municipal de Benito Juárez, declaró la semana pasada que “las licencias que se han emitido por parte del cabildo cumplen con toda la normatividad.

“El terreno cuenta con Manifestación de Impacto Ambiental y con todos los aspecto legales; hasta este momento todo indica que cuenta con todos los aspectos jurídicos necesarios”.

En una plática informal con Francisco López Mena, secretario general de Gobierno de Quintana Roo y exnotario de Cancún, dijo que tampoco hay impedimento para que sean vecinos dos hoteles de diversas categorías en el destino, algo que incluso es común en Cancún.

Esa es precisamente la crítica principal que se ha hecho a la familia Cosío, propietarios del Hotel Nizuc, pues ciertamente no sería lo mejor para su modelo de negocio de lujo, que además ha sido un éxito comercial, tener como vecino a un “todo incluido” de cuatro estrellas como son los hoteles Ríu.

En realidad, Ríu, como propietario de un inmueble con apenas 217 metros de frente de playa, tiene todo el derecho de construir allí un hotel de la categoría que desee; si respeta los límites de densidad establecidos por el Programa de Desarrollo Urbano y por los requisitos de sustentabilidad.

De hecho, los planes originales se alteraron durante el gobierno estatal de Roberto Borge, hoy preso en Panamá, y del municipal de Paul Carrillo; así es que esta situación no se gestó con Estrada, aunque el 2 de agosto pasado él liberó los permisos para iniciar la construcción.

Punta Nizuc no sólo está flanqueada por dos áreas naturales protegidas, sino que enfrente se encuentra un espacio rico en vida marina, el Arrecife Mesoamericano. Muy cerca de allí se ubica la segunda etapa del Museo Subacuático de Arte de Cancún (Musa), que buscó quitarle presión turística al arrecife.

No es difícil imaginar, entonces, lo que sucederá si en el futuro aparecen más de mil turistas por día, a los promedios de ocupación hotelera de este año, si se construyen los 530 cuartos autorizados hasta este momento. La batalla legal está en marcha y no ha concluido.

Evidentemente el bien a proteger no es el negocio de un hotel de lujo, sino un espacio que se sumaría a los muchos que ya han sido ecológicamente impactados en Cancún.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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