En la última semana, dos grupos hoteleros con presencia en México han tomado acciones en el mismo sentido: Consolidar para generar ahorros, sinergias y aumentar las ganancias.
Hoy el consumidor está atrapado en una red de marcas, detrás de las cuales están cada vez menos cadenas hoteleras que difícilmente pueden ofrecer ese servicio diferenciado que prometen, una ilusión que la mercadotecnia se encarga de gestar.
Alejandro Zozaya, el fundador de ALG, fue uno de los primeros que demostró el éxito de la estrategia de microsegmentar, al crear un portafolios de marcas para familias, parejas, aficionados a la sofisticación, pero también para fanáticos de las fiestas.
Cadenas como Marriott, la más grande del mundo, tienen literalmente decenas de marcas, donde los diferenciadorespueden ser ofrecer café 24 horas o contar con hamacas en las terrazas.
Ahora Minor decidió que NH comience a operar como Minor Hotels Europa & Americas, al que ya pertenecía, pues al cambiar de razón social el corporativo asegura que reforzará su estructura comercial y operativa.
Aunque para el consumidor seguirán existiendo ocho marcas: Anantari, Avani, Elewana Collection, NH. NH Collection, nhow, Oaks y Tívoli.
El otro movimiento fue la decisión de Decameron, para queWyndham les comercialice nueve resorts en México, Panamá y Jamaica.
Gustavo Rippol, socio de Leisure partners y experto en hotelería, dijo que el costo de comercialización y de operación de Wyndham le ha permitido ser agresivo para sumar más hoteles a su portafolios.
Algo que inició cuando los estadounidenses entraron al modelo todo incluido en sus resorts, por lo que hay cada vez más establecimientos que operan con ese sistema.
Así es que para el consumidor se siguen acortando lasopciones de encontrar esos establecimientos de hospedaje en donde los propietarios realmente le daban una personalidad y un sabor que los hacía distintos a todos los demás.
Divisadero
Guía Michelin. Nadie sabe para quién trabaja y la publicación en México de la famosa guía gastronómica francesa, generó decepción entre algunos destinos que invirtieron individualmente alrededor de un millón de dólares para ser revisados y considerados, lo que no hicieron Yucatán, Jalisco o Puebla que se quedaron fuera.
La ganadora rotunda fue la Ciudad de México con 62 restaurantes mencionados, dos con dos estrellas y cinco con una, confirmando que es uno de los grandes destinos gastronómicos del mundo.
También le fue muy bien a Baja California con 36mencionados y tres con una estrella, aunque a los inspectores franceses les hace falta una clase de geografía pues incluyeron allí a dos restaurantes de Todos Santos, que se encuentra en Baja California Sur
Los Cabos ganó una estrella y 13 restaurantes mencionados, siendo que allí operan algunos de los más elegantes y costosos de México mismos que mayormente no fueron mencionados.
Mientras Quintana Roo tuvo tres estrellas y 20 restaurantes enlistados, una entidad que por número de cuartos es cinco veces más grande que Los Cabos.
Oaxaca tuvo 18 menciones y dos estrellas y Nuevo León seis menciones y dos estrellas.
La revelación, con una estrella, fue El Califa de León, una humilde y deliciosa taquería en CDMX muy conocida entre los políticos priístas por estar cerca de su sede; cuyo parrillero Arturo Rivera, sin proponérselo, ayer se convirtió en chef laureado tras años de respetar las bases culinarias de la familia Hernández y luego de pasar miles de horas junto al fuego.
