Con un presupuesto de mil 774 millones de pesos para 2025, la Secretaría de Turismo, que comanda Josefina Rodríguez, no sólo operará con 13.7% menos recursos que en 2024 sino que además los visitantes internacionales pagarán 20% más por entrar a México.
En un primer análisis del Grupo Empresarial Estrategia (Gemes), de Héctor Flores Santana, serán casi 300 millones de pesos menos los que tendrá la dependencia el próximo año.
El turismo se mantendrá marginado de las prioridades de la presidenta Claudia Sheinbaum, considerando que apenas recibirá 0.08% del presupuesto total, lo que parecería refrendar que sería más efectiva como subsecretaría de la Secretaría deEconomía.
Si ya es prueba de desconocimiento y falta de visión considerar que turismo seguirá caminando solo, cuando las evidencias señalan que este año ya han dejado de venir más de un millón de turistas internacionales, preocupa todavía más que las autoridades hacendarias estén encareciendo el precio por entrar al país.
En la iniciativa de la Ley Federal de Derechos para 2025, se está proponiendo un incremento de 20% al Derecho de No Residente (DNR) para llegar a 43 dólares de a 20 pesos; esto es lo que debe pagar un visitante extranjero por ingresar a México, cifra que lo pone por arriba del promedio mundial.
No conforme con lo anterior, Hacienda está planteando que esa misma cantidad la deberán devengar los cruceristas que llegan a México, lo que seguramente generará una respuesta importante por parte de las navieras.
Hay que recordar que este año por primera vez estas compañías aceptaron un derecho de cinco dólares en los puertos de Quintana Roo, después de una larga y compleja negociación.
En el pasado, las principales navieras incluso amagaron con retirarse de los muelles mexicanos antes de aceptar el pago de un derecho federal para los cruceristas.
La cereza de este amargo pastel para el sector turístico, es que 67% de los fondos captados por el DNR se irán al fideicomiso turístico de la Secretaría de la Defensa Nacional y 33% pasarán al uso discrecional de la Tesorería de la Federación.
El mencionado fideicomiso incluye la promoción del Tren Maya, Mexicana de Aviación y los hoteles de las fuerzas armadas que no sólo operan de manera deficitaria, sino que además representan una competencia desleal para el sector privado.
Sin recursos públicos para la promoción la“marca México” presumiblemente se seguirá debilitando.
Esto ocurre también porque el gobierno federal se está viendo obligado a frenar el déficit público, so riesgo de que el país sea castigado por los mercados financieros internacionales,mientras que el sector privado ha sidomarcadamente incapaz de demostrar la importancia social del turismo.
Hay destinos como Acapulco y Mazatlán que requieren urgentemente campañas de contención de crisis y que necesitarán de la promoción cuando se resuelvan sus problemas actuales que incluyen marcadamente la seguridad.
Pero sobre todo México seguirá perdiendo terreno ante sus competidores más relevantes que sí están invirtiendo en promoción.
Las evidencias ya fueron patentes en el verano y este invierno también se percibe delicado, lo que es percibido por las autoridades como que los empresarios ganarán menos dinero.
El turismo es un generador de empleos permanentes y temporales, cuya contracción no es positiva para un país que crecerá menos de 1.5% en 2025, según el consenso, aunque Hacienda raye en el optimismo desbordado al anticipar 2.5%.