El de los viajeros estadunidenses sigue siendo, por mucho, el más importante de los mercados emisores para México; no obstante que ha perdido peso relativo como proporción del universo total.
Esta semana el Instituto Nacional de Migración (INM) dio a conocer los resultados de la llegada por vía aérea de los viajeros estadunidenses hasta octubre y el número creció 7.2 por ciento.
Se trata de un dato arriba del promedio en el año de 7% y es una noticia positiva, pues anticipa un cierre fuerte del año, en lo que ya es la temporada alta de invierno.
De mantenerse esta cifra, a finales de diciembre habrán llegado más de 6.1 millones de viajeros por la vía aérea provenientes del vecino del norte y 400 mil adicionales contra el año previo.
Este último número supera, por ejemplo, a la totalidad de los brasileños y argentinos que llegaron a México el año pasado, con todo y que son dos de los mercados emisores que más han crecido.
También serían 800 mil viajeros más respecto del número total de los que llegaron en 2009, cuando el coctel de crisis económica en Estados Unidos, sumado a la epidemia de la influenza y al tema de la inseguridad derrumbó hasta 5.83 millones la llegada de viajeros de ese país.
La recuperación de la llegada de estadunidenses a México se explica a partir de los siguientes hechos:
1. Aunque a ritmo lento y con la amenaza de hundirse en el “abismo fiscal”, la economía de Estados Unidos está creciendo otra vez.
2. El trabajo serio que ha hecho el Consejo de Promoción Turística de México, cuyo director en Estados Unidos es Alfonso Sumano, para explicarle a la industria turística y a los consumidores las características geográficas del país y los riesgos reales que tiene viajar aquí.
Si bien ni el mejor esfuerzo de la diplomacia mexicana ha podido cambiar el tono virulento de los warnings del Departamento de Estado de la Unión Americana sobre México, al menos sí hay un reconocimiento explícito de que no todas las regiones del país han sido afectadas por la violencia.
3. Un trabajo de negociación y acercamiento serio con las aerolíneas estadunidenses, además de que las mexicanas como Interjet, Volaris y Aeroméxico han abierto nuevas rutas y frecuencias hacia la Unión Americana.
El problema, y siempre hay un prietito en el arroz, es que en general no hay señales de las aerolíneas de Estados Unidos sobre la posibilidad de que en 2012 aumenten de forma importante los aviones y asientos disponibles para volar a México.
Así es que pronto se podría presentar el escenario de que las aerolíneas no puedan satisfacer la demanda de los estadunidenses interesados por venir a México.