Renovación en Aeromar

 
Alonso Gordoa
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La historia de Aeromar es la de una empresa exitosa; es de llamar la atención que ha pasado por muchas vicisitudes y sin embargo siempre se ha mantenido a flote, hasta en los momentos más álgidos de la debacle aeronáutica en nuestro país, siempre ha logrado salir adelante. Quizás, sea la única en México que nunca ha estado en problemas de bancarrota.



Mucho de ello puede deberse a la continuidad con la que se ha manejado, en sus ya casi 26 años de operar en México. Inicio en noviembre de 1987 bajo la dirección de **Jacobo Greinstein**, estuvo en la empresa tan solo 5 meses y le tocó la difícil tarea de comenzar operaciones en un aeropuerto que en aquel entonces ni aparecía en el mapa de la aviación: Toluca. Con un solo avión ATR-42, había que demostrar que estos equipos de origen francés son de lo más moderno para proporcionar servicios de vuelos de corto alcance.

El 16 de Febrero de 1988 llegó a la Dirección General **Juan Ignacio Steta** quien consolidó verdaderamente a la compañía con su gran capacidad gerencial y sobretodo compitiendo en un mercado altamente complejo como ha sido el mexicano. Sus más de 16 años en la empresa, no solo lo colocan entre uno de los directores mexicanos más estables sino además de mayor antigüedad, tan solo detrás de **Manuel Sosa de la Vega** (Mexicana de Aviación 1966-1982 y 1983-1988 – 21 años). Aún recuerdo cuando en sus inicios – había regulación tarifaria – cómo Juan Ignacio, solicitaba le autorizaran tarifas más altas que a las demás, y aclaraba que el mayor desgaste de una aeronave se da en el despegue y el aterrizaje y ellos lo hacían muchísimas veces más que sus competidores (AM y MX). Y aunque usted no lo crea, lo logró.

Aeromar tuvo su gran oportunidad cuando en 1988 la quiebra de Aeronaves de México revoloteó todo el espacio aéreo mexicano y se le permitió que viniera a despegar del aeropuerto de la Ciudad de México, abandonando unos meses después Toluca para ya no regresar nunca jamás. Algo parecido a lo que ha estado pasado con Interjet y Volaris quienes ya se encuentran en plena expansión en el AICM y cada vez tiene menos operaciones por Toluca.

Entre los comerciales que apoyaron a Steta tan solo recuerdo a 2: **Rubén Smilovich** y **Luis Ortega**. El primero venia de Bacardi y el segundo de Air France. Probablemente la negociación más importante que Juan Ignacio Steta logró fue consolidar operaciones con Aeroméxico, que por un lado le permitieron generar mucho mayores ingresos, y por otro le daba una importante ocupación a través de su inter-venta.

Las agencias, no tenían necesidad de solicitar la placa para emitir boletos de la línea aérea y utilizaban la de Aeroméxico.

A partir de octubre de 1988 Steta recibió su segundo avión y de ahí continuó hasta tener una flota de 16 aviones, 2 de ellos Jets y el resto ATR en sus dos versiones.

Con la salida de Juan Ignacio en el 2004 y hasta marzo de 2010, no hubo un Director General oficialmente nombrado, aunque **Ami Lindenberg** en su carácter de Vice-Presidente de Administración y Finanzas, desempeñó el puesto, el cual le fue oficializado hasta esta fecha.

Ami, quien tenía una gran experiencia en aviación adquirida en Israel y Europa tuvo a su cargo primero la parte financiera y posteriormente el área comercial, hasta la entrada en 2007 de **José Manuel Díaz de Rivera**, quien fue por muchos años director comercial de Aeroméxico. Ami tuvo un gran tropiezo al no poder renovar los acuerdos con Aeroméxico, lo que más tarde se convirtió en su mejor resultado al negociar directamente con las agencias de viajes.

Tan solo hace unas semanas se anunció la salida de Ami Lindenberg y el nombramiento para dirigir la empresa de uno de los hombres más experimentados de la aviación en México: **Fernando Flores**.

Fernando, abogado de profesión, salió de las filas del Instituto Mexicano del Seguro Social para dirigir el área jurídica de Mexicana de Aviación, en aquella época en que esta empresa no daba golpe. Estuvo algún tiempo cubriendo el área comercial y a partir de 1995 ascendió a la dirección General de dicha empresa.

Podría decirse categóricamente que fue el hombre que salvó a Mexicana de Aviación de aquella gran debacle, cuando tenía que competir con una Aeroméxico muy agresiva y con un gran nombre y prestigio, y una Taesa que todo lo abarataba y entraba a todos los mercados.

Fernando Flores estuvo casi 10 años al frente de Mexicana y posteriormente dirigió unos meses Aeroméxico, donde trabajo muy a fondo con el actual comercial de Aeromar, José Manuel Díaz de Rivera.
A partir de este mes de febrero estos 2 hombres vuelven a trabajar juntos con la importante tarea de la renovación de aviones de la empresa.

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