Hace unas semanas de viaje por Hoi An que, como Izamal, es la “Ciudad Amarilla”, sólo que en Vietnam; platiqué con Réhahn, un fotógrafo francés que se mudó a vivir a ese bellísimo sitio.
Se ubica a unos 45 minutos en auto desde Da Nang, donde se llevó a cabo la más reciente reunión de la Asociación de Países de la Cuenca del Pacífico (APEC).
Hoi An adoptó el color amarillo, porque aleja a los insectos que por cierto proliferan en este sitio de clima tropical edificado en las márgenes del río Thu Bon.
Se trata de una de las poblaciones menos dañadas por las guerras que libró este país el siglo pasado; entre ellas con Estados Unidos, que construyó una base naval en Danang y donde ahora hay decenas de resorts y miles de cuartos para los amantes del sol y la playa.
Hoi An en cambio es un destino pintoresco, cosmopolita, con decenas de pequeños y medianos hoteles, además de cientos de restaurantes de todas las categorías.
Un puente cubierto construido por los japoneses que hoy es una pagoda; las casonas del pasado; las plazuelas cívicas de origen extranjero y la cercanía con Mi Sön, sitio arqueológico que es Patrimonio de la Humanidad, como Hoi An, contribuyen a su prestigio como destino.
Allá llegó Réhan, quien se ganaba la vida haciendo mercadotecnia digital, y descubrió que su pasión era la fotografía; que se sentía muy bien viviendo allá y que era más fácil que hacerlo en París.
Así es que se casó con una vietnamita, se mudó y tiene un hijo; mientras que sus retratos sobre los lugareños ya son famosas y los originales numerados de algunas se cotizan en decenas de miles de euros.
Entre ellas la serie de una niña que da los buenos días a un elefante de 30 años con el que ha convivido desde que nació y que se llama “mejores amigos”.
También la de otra niña vietnamita de ojos azules con un vestido del mismo color, que en cuanto la vio en la pantalla de su cámara supo que le daría a ganar mucho dinero.
Así es que allí mismo le preguntó a los padres cómo los podría recompensar y les regaló una vaca, que les sirvió para mejorar sus ingresos.
En un espacio adyacente a su tienda de fotos, Réhahn fundó un museo gratuito (Precious Heritage Collection www.rehahnphotographer.com) en donde exhibe imagenes y vestidos de 49 de las 54 etnias que persisten en Vietnam y que ha ido a buscar a los sitios más remotos.
El próximo año espera completar las 54 y lo ha hecho sin subsidios, financiándolo con la venta de sus imágenes y algunos patrocinios privados; a través de una fórmula que promueve su trabajo y deja testimonio de una herencia cultural que está desapareciendo por el desarrollo de Vietnam y la integración de sus etnias.
Un proyecto que con una dosis de emprendedurismo y otra de talento, seguramente podría ser replicada en otros países como México.