Rosario Graham es una abogada que conoce a fondo los temas del turismo, no sólo desde una perspectiva académica sino en la vida real pues muchas veces ha sido funcionaria pública y hoy mismo colabora con el gobierno de Quintana Roo.
Hace dos años y medio asesoró en su programa de turismo a la entonces candidata presidencial Margarita Zavala quien, como sabemos, se bajó de la campaña antes de que terminara.
Resulta que Graham, mientras muchos viven “tormentas mentales” por la pandemia, está más activa que siempre y publicó un detallado análisis sobre “La Regulación del Turismo en el marco del Covid-19”.
Pero además, y por si fuera poco, también lanzó un libro: “La complejidad del comportamiento regulativo del turismo”, vía la editorial Tirant Lo Blanch.
De ninguna manera se trata de “lecturas divertidas”, como para pasar un buen rato y olvidarse de la pandemia; pero sí muy oportunas porque analizan situaciones legales que ahora están en juego por esta crisis.
Por ejemplo las implicaciones laborales, ¿cómo hay que proceder ante un despido orillado por la situación económica de una empresa que ya no puede seguir adelante con el número de empleados que tenía?
Otro de muchos casos sería cómo proceder legalmente ante una obligada reducción temporal de los salarios, mientras avanza una situación crítica para el turismo como ha sido el Covid-19, dado que hoy la gente no puede viajar o lo tiene que hacer con muchas limitaciones.
Otra perspectiva interesante tiene que ver con las implicaciones legales en relación con las pruebas tanto para los trabajadores de una empresa, como para los viajeros.
Graham analiza en este caso hasta dónde se puede decidir sobre un asunto que involucra los derechos humanos y que de no respetar el marco legal, derive en problemas de discriminación.
Mientras que en su libro, esta especialista analiza incluso los cambios que se requieren hacer a la Ley General de Turismo.
Esto porque más allá del Covid-19 existen diversas reglas que siguen limitando el potencial de esta actividad, que hasta el año pasado representaba casi 9% del Producto Interno Bruto.
Divisadero
Abuso. Detrás de las declaraciones de Hugo López Gatell, el subsecretario de Salud que encabeza la lucha contra la pandemia, quien dijo que fueron personas de alto poder adquisitivo los importadores del Covid-19 a México hay ignorancia, mala fe o un interés político por confrontar a los mexicanos.
Seguramente él puede decir que se trata simplemente de un dato, producto de una investigación científica por aquellos viajeros que llegaron por ejemplo de Vail, Colorado, al inicio de la pandemia.
El nuevo coronavirus mutó en un mercado chino y a México entró por muchas partes, como lo ha hecho en el planeta pues todos los países lo están padeciendo.
Pero es desquiciante imaginar el efecto que pueden tener las palabras de un funcionario poderoso y con tantos “reflectores”, en personas sin ingresos, cuyos familiares hayan sido contagiados por el Covid-19 y que ahora consideran que fue culpa de los “ricos”.
¿De verdad ganará alguien si nos enfrentamos los mexicanos?
